Ante el incesante cruce entre el Gobierno provincial y la Intendencia capitalina, este diario salió a buscar los antecedentes del enfrentamiento que data del año 1983. Referentes de la partidocracia local sostienen que la única razón de la pelea es la siempre latente posibilidad de que una buena gestión redunde en ocupar la cima del poder.
Según los propios protagonistas del mundillo político correntino, la confrontación entre el Gobierno provincial y Capital tiene sustento sólo en los celos y la competencia por el poder. La pelea entre ambos gobiernos tiene antecedentes del año 1983 y desde entonces la puja sólo ha tenido un único perjudicado: la ciudadanía. “Me animo a decir que la situación de constante enfrentamiento data del ‘83 y el único motivo es político, ya que el intendente del distrito electoral más importante es un potencial gobernador”, analizó Carlos Alonso, dirigente de Encuentro Liberal (ELI) y ex funcionario municipal; ex viceintendente y ex adversario de Ricardo Colombi, de quien hoy es un aliado. Por esta experiencia fue uno de los consultados.
El nuevo Milenio no trajo cambios en ese sentido para Corrientes. Desde el 2001 y hasta al actualidad todos los gobernadores han tenido mala relación con el intendente de Capital.Primero fue la actual senadora Nora Nazar, entonces jefa comunal, cuyo abierto enfrentamiento con Ricado Colombi aún se recuerda.Luego, cuando todo hacía suponer que reinaría la paz entre radicales con la intendencia de Carlos Vignolo y el mandato gubernativo de Arturo Colombi, el quiebre entre ricardistas y arturistas pronto terminó con esa ilusión. Todo continuó su cauce, con peleas mediáticas y evidentes intentos de mutuo desprestigio.Nada cambió hasta hoy. Fue todo lo contrario, pues la puja se potenció con escenas casi increíbles. Siempre con un mismo horizonte: tanto intendente como gobernador pretendían el sillón de Ferré.
Durante la gestión de Camau Espínola las peleas fueron potenciadas con la visita de funcionarios nacionales que evitaban al Gobierno provincial. En la actualidad la situación es la misma y aunque nadie lo diga, el objetivo es 2017, es la Gobernación, es el poder. Para el peronismo hay una única solución: el recambio generacional. “La pelea forma parte de la vieja política. Hay que apostar a la nueva generación de dirigentes, sólo así se acabará esa mala manera de hacer política”, dijo el diputado José Mórtola del Partido Justicialista. Un dato no menor y siempre presente en épocas de campaña y análisis electoral es que la ciudad de Corrientes vota distinto para intendente y gobernador. Según la legisladora Sonia López “ese es fenómeno que se acentuará en los próximos años”.
Ante esta situación, asegura que sólo se hallará una solución a la puja política cuando no se intente unificar al electorado.“Hay que entender y comprender que la sociedad lo que quiere es tener un Gobierno provincial de determinado signo y una intendencia de otro. Creo que en definitiva no sugiere apostar a una convivencia pacífica que dé soluciones a las problemáticas actuales”, agregó. El mapa electoral provincial está divido en la actualidad mayoritariamente entre comunas gobernadas por peronistas y radicales o socios afines.La puja entre Capital y Provincia supera el ámbito municipal y se extiende a otros poderes como la Legislatura, donde los representantes de ambas fuerzas dirimen sus diferencias desde las bancas sin medir los perjuicios colectivos.
En la página contigua se apunta la opinión de los presidentes de los partidos políticos locales con representación parlamentaria.
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