La Agencia de Administración de Bienes del Estado (Aabe) le cedió al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) unas 140 hectáreas de un campo de Chapadmalal para poder dar impulso a un proyecto de producción agroecológica sustentable, sin el uso de agrotóxicos.

El predio que le fue otorgado a la organización social de Juan Gabrois por parte del organismo descentralizado, que funciona en el ámbito de la Jefatura de Gabinete de la Nación, se encuentra frente a la playa Escondida y es lindero al barrio El Marquesado.

A través de estas gestiones, el MTE busca consolidar en el mediano plazo un modelo de producción agroecológica y reflotar así el “proyecto histórico” que se había planificado con el desarrollo de la construcción del complejo turístico de Chapadmalal en relación a estas tierras.

“Todas estas tierras originalmente estaban destinadas a la producción de alimentos para abastecer a los hoteles de Chapadmalal y ojalá podamos recuperar ese proyecto”, explicó a 0223 Maximiliano Álvarez, representante del movimiento social.

La organización de Grabois tiene previsto iniciar a la brevedad los estudios de suelo correspondientes para determinar la viabilidad y las dimensiones del proyecto. Para ello, cuenta con el acompañamiento técnico de expertos de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMdP), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), la ONG Soporte y otros organismos públicos vinculados con la producción de alimentos.

“La verdad que estamos muy ansiosos por iniciar el proyecto. Yo también soy vecino de la zona y acá el deseo es que se empiece a producir de una forma sustentable. Hay una lucha constante contra el uso de los agroquímicos y es necesario generar un modelo de producción que pueda cambiar ese paradigma”, sostuvo Álvarez.

El hombre del MTE aclaró que la Aabe otorgó la cesión de los terrenos de forma temporaria, siempre bajo la condición de que se cumplan los objetivos pactados en el marco de la iniciativa productiva. “Si estos objetivos no se cumplen, la cesión se cae”, indicó.

Si los planes marchan como se espera, la organización social también aspira a lograr el traslado de varias familias para que se instalen definitivamente en las huertas comunitarias y se promueva cierta urbanización, con la llegada de viviendas, escuelas y salitas de salud.

Temor por el impacto ambiental

Este jueves, Álvarez junto a otros representantes del Movimiento de Trabajadores Excluidos mantuvo un encuentro con un grupo de personas de los barrios del sur para interiorizarlos sobre los detalles del proyecto que podría comenzar en los próximos meses. Y algunos de los vecinos, quedaron disconformes y hasta preocupados por el impacto de la propuesta.

“Si esto se llega a hacer, el impacto ambiental sería desastroso. Acá apenas tenemos luz, y encima es de mala calidad porque cada vez que hay una tormenta o un viento fuerte se corta”, advirtió a este medio Marcelo Bolonio, uno de los referentes de la junta vecinal que se conformó en el barrio El Marquesado.

En hombre mostró particular preocupación por la cantidad de familias que podrían desembarcar en la zona. “Nos dijeron que la idea es traer a cien familias bolivianas de Sierra de los Padres, Batán y del mismo MTE. Si nos meten toda esa gente, entonces van a tener que empezar a hacer perforaciones para el agua, con pozos ciego que podrían contaminar las napas, y como tampoco tenemos obras hídricas hasta podríamos sufrir inundaciones que por ahora no tenemos porque el campo absorbe bastante”, explicó.

“Cien familias sería el número ideal que proyectamos trasladar pero la verdad que hasta no tener el análisis de suelo terminado por los técnicos de la Universidad no podemos precisar el número de familias”, aclaró al respecto Álvarez.

El representante del MTE reconoció que algunas personas se mostraron “en contra” pero dijo que también hubo otros participantes de la reunión que se mostraron interesados y que “hasta quedaron en contacto para seguir informados” con los próximos pasos a seguir. “Algunos vecinos dijeron que queríamos conurbanizar la zona pero eso no tiene nada que ver con este proyecto. Están sembrando miedo sobre algo que no conocen”, reprochó.

Los vecinos, por lo pronto, no descartan llevar adelante movilizaciones en señal de protesta y ya elevaron notas de queja que fueron recepcionadas por el intendente Guillermo Montenegro, según lo que pudo confirmar 0223. “Este proyecto se presentaría en aproximadamente 6 meses y durante ese tiempo nos vamos a tener que reunir con vecinos de todos los barrios para ver qué solución le podemos encontrar a este problema que nos afecta a todos”, dijo Bolonio.