“Busco verdad y Justicia”, aseguró el hombre que fue encarcelado y despojado de todas sus pertenencias en la dictadura.
El hombre que fue víctima de distintos hechos violatorios a sus derechos, y que ahora tiene 91 años, se presentó ayer para ratificar todo lo anteriormente expuesto en ámbitos de la justicia, y en esta oportunidad, para que dicha declaración sea adjuntada a la causa que se instruye por parte del fiscal Federal Rafael Vehils.
Acompañado por el abogado querellante Guillermo Díaz Martínez, quien ha desempeñado ese rol en diversas causas por los derechos humanos por temas acontecidos en la provincia, el denunciante reafirmó y brindó detalles de los hechos que lo tuvieron como protagonista desde 1979 hasta el año 1980, en el que, finalmente, pudo huir de Catamarca en un total estado de pobreza.
Extorsión y amenazas
Según informaron fuentes allegadas a la minuciosa investigación que tras más de tres décadas se desarrolla en la provincia, Gómez Chavero, quien cumple el doble rol de testigo y querellante, declaró enumerando los hechos que lo tuvieron como víctima.
El anciano relató que en el año 1979 se radicó en la provincia y trabajó junto a la empresa constructora, que llevaba su nombre, en varios emprendimientos, entre los que cabe destacar la construcción de la ENET Nº2, ubicada en la intersección de las avenidas Belgrano y Alem, pero al cabo de cierto tiempo, comenzó a recibir amenazas y puntualmente “aprietes” por parte de gobernador de facto Oscar María Bárcena y el jefe de Policía Juan Bochatey.
Según atestiguó el empresario, luego de que estuviese a punto de estar finalizada la obra del destacamento policial en Antofagasta de la Sierra, para lo que concursó en una licitación pública, fue llamado a presentarse en Casa de Gobierno, donde lo “entrevistaron” el primer mandatario y Bochatey.
En un primer momento, los funcionarios lo felicitaron por la obra, pero muy pronto le habrían sugerido que entregue el 50% de las ganancias obtenidas por la misma.
Gómez Chavero aseguró que ese fue un momento de desconcierto ya que no entendía lo que estaba sucediendo, pero sus interlocutores insistieron, incluso el jefe de la policía le colocó un arma en la cabeza.
“Somos jueces y partes y dueños de la verdad”, le espetó el funcionario, “si no cumple va a ser encontrado muerto con un FAL a su lado y junto a publicaciones subversivas y nadie podrá decir nada”.
A pesar de las graves amenazas, el empresario de la construcción se negó a hacer entrega del dinero solicitado. Pero la negativa le valió represalias inesperadas.
Por una parte, un grupo de policías realizó un allanamiento en su domicilio, tras lo cual fue alojado en la División Investigaciones y luego en la Cárcel -en ese momento ubicada en avenida Güemes.
Durante 18 días, el hombre fue privado ilegalmente de su libertad y al dejarlo salir volvió a recibir una visita del ahora fallecido jefe de la policía, quien volvió a amenazarlo, en este caso asegurándole: “Si deja la provincia es hombre muerto”.
Gómez Chavero pudo abandonar Catamarca gracias a la ayuda de un amigo, pero quedó completamente en la ruina financiera, ya que su empresa pasó a manos de quienes lo estaban extorsionando y debió regresar a Mendoza con las manos vacías, a pesar del duro trabajo y el dinero invertido en las importantes obras que concretó durante su estadía en Catamarca.
Imputados
La investigación está abocada por estos momentos a reunir elementos probatorios con todos los datos aportados por el testigo y la responsabilidad por los hechos recaerá a la cadena de mando que encabezaban Bárcena y Bochatey, quienes ya fallecieron. Podrían quedar imputados, entonces, quienes respondieron a las órdenes de éstos, por lo que estarían incluidos miembros de las fuerzas de seguridad.
Lesa humanidad
Con la llegada de la democracia y durante el gobierno de Ramón Saadi, Gómez Chavero se hizo presente nuevamente en la provincia para tratar de recuperar su patrimonio económico, pero su reclamo no fue escuchado.
Algunos años después, el juez Ricardo Moreno rechazó la causa, considerando que no se trataba de un delito de “lesa humanidad”; pero recientemente, tras una apelación de la querella, se decidió que la misma sea caratulada de esta manera.
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