En ese sentido, remarcó que tuvieron prioridad “las escuelas de mayor vulnerabilidad” y  “ámbitos rurales que no tienen conectividad”, y destacó la importancia de mantener el vínculo y reafirmar la presencia más allá de los contenidos curriculares a completar.

Luego, una vez aquí llegados, la docente contó: “Hicimos un proceso de desinfección y quedaron un día sin manipular en Jefatura. El jueves los organizamos y el viernes entregamos algunos. Para evitar la circulación de gente, tratamos de coordinar con el Consejo Escolar para que se entregue en conjunto con el servicio alimentario”.

Catullo contó que el relevamiento sobre quiénes necesitaban prioritariamente los cuadernillos se realizó “a través de los directores y los equipos directivos, en base a los conocimientos que tienen los docentes para relevar la cantidad de niños sin conectividad”. Además, agregó: “No es exacto, se hizo un cálculo estimado pensando en las escuelas de mayor vulnerabilidad, en ámbitos rurales que no tienen conectividad”.

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“Quedaron algunas escuelas en las que no se entregaron cuadernillos, lamentablemente no alcanzaron para todos, llegaron menos de los que habían salido del relevamiento. Pero ya están pedidos para la próxima oportunidad. El mismo jueves, cuando vimos que no nos alcanzaba, pedimos más cuadernillos para poder dar respuesta a, al menos, el primer relevamiento que tuvimos”, agregó Fernanda.

A propósito de la continuidad pedagógica a través de plataformas virtuales, Catullo expresó: “Es un momento de crisis en donde todos estamos obligados a adaptarse rápido al manejo de la tecnología; algunos lo hacen con más facilidad, otros hasta el momento presentaban cierta resistencia. Estoy siendo informada de distintas maneras que tienen los docentes para manejarse con los chicos: algunos mediante WhatsApp, otros a través de Classroom… El que no lo conoce, está tratando de apropiarse, conocerlo y empezar a manejarlo”.

 “Esta emergencia nos obliga a pensar, usar la creatividad y los recursos que disponemos para ofrecerle lo mejor a los chicos y garantizar la continuidad pedagógica. Y, sobre todo y principalmente, en la presencia, en el estar, en el vínculo, en saber que alguien está preocupado por el otro, si necesita algo, una conversación, conectarse de alguna manera…”, cerró.