La obra registra un avance del 60%. La Nación aportó $977.910 para la restauración, ya que es un monumento nacional.
Las reparaciones sobre la arquitectura de la casona, se concentraron principalmente en la recuperación de dos frentes de obras: por un lado la restauración de sectores que anteriormente no habían sido modificadas. Por otro, la pavimentación de la avenida Bernardo Houssay, que es la que conduce a esta casa.
La obra se realizó respetando la estructura colonial del edificio, construido en el siglo XVIII. Conservando el estilo se trató de recuperar la mayor cantidad posible de materiales antiguos, y se cuidó de no producir modificaciones que cambiaran la fisonomía que todavía se mantiene.
El ala norte de la casa y la habitación donde descansó Manuel Belgrano, ya están prácticamente listas, y solo restan unos pocos detalles.
“La estructura de la casa y los materiales antiguos que aún conserva se respetaron. Tratamos de intervenir lo menos posible por el valor histórico que tiene para los salteños este edificio”, manifestó a El Tribuno el secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de Salta, Federico Gauffin. El funcionario aclaró que solo una parte se tuvo que demoler, pero que no produjo ningún cambio en la estructura original ya que esa parte se había construido unos 20 años atrás”.
La famosa casa, casi oculta en el barrio de Castañares, cuenta con 6 habitaciones, incluyendo la “belgraniana” (que es donde Manuel Belgrano descansó antes de librar la batalla), un salón grande, y un entrepiso que conduce al mirador, desde donde se puede obtener una vista panorámica de los alrededores.
También será cercado el perímetro del predio de dos hectáreas.
La Casona de Finca Castañares funcionará nuevamente como museo una vez que finalicen las refacciones donde se exhibirán elementos de la época y del estilo de vida de aquella Salta colonial que este febrero volverá a conmemorar una de las gestas más importantes que condujeron a la Independencia: la batalla de Salta.
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