En diálogo con FM Facundo Quiroga, manifestó estar “embroncado” por la falta de predisposición de las autoridades competentes y que evidentemente su hija “sabía algo”, por lo cual la silenciaron. Se refirió también a las presunciones de que la empresa de telefonía estaría encubriendo a algún funcionario involucrado en el crimen.

Con un profundo dolor, el padre de la joven sostuvo que “se cumplen siete meses desde que ella desapareció, la causa está un poco frenada porque se pedía que se eleve a juicio oral, pero el fiscal prácticamente prorrogó tirando dos meses adelante con otros pedidos de informe”.

“Toda la cuestión ronda en el famoso teléfono que de una manera u otra no se puede conseguir saber quién es el titular. El fiscal Cantero dijo que está localizada la empresa pero faltan datos, aunque nosotros suponemos que con el dato de la empresa automáticamente se tiene que saber de quién es el teléfono”, consideró.

Para Don Alfredo, la demora en obtener ese dato no cierra. Cree que “se podría tratar por una demora de una influencia de Fiscalía. Así que estamos en ese impasse esperando ver qué va a pasar”, dijo, y acotó: “sería clave ese teléfono”.

Kolodziey se refiere a que aún no llegó la respuesta sobre el oficio enviado a Telecom Personal SA, acerca de quién es el titular de la línea (0362)-154477412. Arnaldo André Enciso, el novio de la víctima, se habría comunicado dieciséis veces con él o la titular del “número de la muerte”, según entienden el padre y el abogado de Tatiana.

“Estoy un poco molesto porque con todos los datos se puede decir que hay alguien que ordena matar a mi hija, hablando mal y pronto”, señaló Alfredo, reiterando que aún falta descubrir al autor intelectual y mencionó que tiene “tinte mafioso” y que se “habla de un alto funcionario, no sabemos si de acá de la provincia o Poder Judicial u otra autoridad que están tapando y tapando y no evacúan las dudas que tenemos”.

Por la forma en que se están dando las cosas, Alfredo sospecha que “existe un efecto dominó, si cae uno caen los otros, entonces se está apoyando unos a otros, y otras explicaciones no tenemos”, reiteró volviendo a sospechar de que puede haber “un trasfondo político”.

Por otra parte, al referirse a la realidad de la familia Kolodziey hoy dijo que “pasaron siete meses y las heridas no se pueden curar, ni olvidarnos un poco, es al revés cada vez más se siente la desaparición de mi hija. Vienen los recuerdos, mes a mes. Personalmente -dijo- siempre quise dar vuelta la página porque sabiendo lo que se haga o no se haga mi hija ya no retorno más, a mí me la sacaron, y como dijo Maradona a mí me cortaron las piernas también”.

“Trato de salir adelante porque tengo otra hija que me acompaña y nietos grandes que están conmigo, pero a mí ya me la hicieron y estoy molesto porque tanto a nivel provincial como nacional se nota que la gente que anda en cosas raras está como protegida”, espetó Alfredo, entre otras cosas. Alfredo, a siete meses de la desaparición de su hija, tiene muchos interrogantes abiertos: “La muerte no cierra, ¿cuál es el motivo?, ¿qué es lo que sabía ella?, ¿por qué la silenciaron?”.