Las secuelas irreversibles que padece el niño luego del choque, provocan continuos ataques en su cuerpo donde debe ser inmediatamente trasladado a un centro asistencial para lograr su estabilidad.

En comunicación con mdphoy.com, Rocío Dusek madre del menor afectado, aseguró que “desde la mañana se lo notaba muy excitado y eso es algo que su cuerpo no puede controlar. Tomó sus cinco medicaciones como siempre, pero comenzó con fuertes convulsiones, sin control de esfínteres, y parálisis de su brazo y pierna izquierda, más el estado de ausencia con el que queda por unos segundos donde no reconoce a nadie. Exactamente el diagnóstico es convulsión hipertónica en hemicuerpo izquierdo y crisis de ausencia en paciente convulsivo”.

En tal sentido y muy sensibilizada por la situación vivida, agregó que “desde que sucedió la colisión a Thiago le realizaron todo tipo de estudios y aún continua con otros tantos, pero lo de esta tarde (por ayer) fue demasiado. Se puso pálido y después empezó a transpirar. Logramos trasladarlo de urgencia al Hospital Materno Infantil donde ni bien llegó comenzó con vómitos, automáticamente los médicos le pusieron suero y recién a primera hora de este viernes su neurólogo personal lo atenderá, así que por el momento quedó internado y estabilizado”. Y añadió que “eso no fue todo ya que no toleró los medicamentos que le suministraron en el hospital y siguió con lo vómitos”.

Destrozada, la madre del menor, señaló que “suele tener convulsiones y por eso lo tenemos controlado para que no se excite demasiado, pero la de hoy fue muy fuerte como en octubre pasado, donde pensé lo peor”.

Consternada Dusek hizo referencia al ex piloto Eduardo “Lalo” Ramos, el único imputado en la causa que finalmente fue elevada a juicio oral, “mi hijo sigue padeciendo la impudencia de Ramos al volante, tratamos de hacer todo por él, vivimos por él, pero parece no alcanzar, estamos devastados y seguiremos adelante para que se haga justicia”.

Por último sentenció que “si todavía hay alguna persona que cree que a mi hijo y a mi familia Ramos no le cagó la vida, que se quede solo unas horas en mi casa y que compruebe que se siente cuando ves a mi hijo a los ojos y no te reconoce. O cuando convulsiona, que lo ves sufrir y nosotros lo padecemos también, porque nos enfermamos junto a él”.