"Al principio del debate dijo que no podía reconocer a quien le disparó, pero sí quién no le disparó y señaló al imputado Carlos Jordán Juárez (45). Luego dijo que sí, por los pocitos en la cara era Moreno (20), y por último dijo que lo reconoció por la voz", detalló.

La defensora destacó que "estos distintos estadios hace que la individualización de Moreno sea insegura" y remarcó que Píparo llegó al juicio sin haber realizado una rueda de reconocimiento de los detenidos en la etapa de instrucción.

"Estas contradicciones sustanciales impiden usar sus declaraciones como un elemento de cargo, estas contradicciones demuestran que Carolina Píparo ha ido transitando por distintos estadios como para tener por indubitable el reconocimiento", dijo.

Vigorelli aseguró que ese reconocimiento de la víctima "es insuficiente" para fundar un fallo condenatorio "con certeza".

"Tres testigos presenciales no reconocieron a Carlos Moreno como el que disparó a Píparo: Tomás Trebec, María de los Ángeles Muñoz y María Emma Cometta. Ellos reconocieron a otra persona", recordó, en alusión a que los tres nombrados señalaron al acusado Carlos Burgos (20) como el tirador.

"Al principio del debate dijo que no podía reconocer a quien le disparó, pero sí quién no le disparó y señaló al imputado Carlos Jordán Juárez. Luego dijo que sí, por los pocitos en la cara era Moreno, y por último dijo que lo reconoció por la voz",

María Vigorelli, defensora oficial La defensora destacó que ese reconocimiento fue hecho "el mismo día del hecho" y tras destacar que "tienen valor indubitable" precisó que se trató de testigos que, como el caso de Trebec "no fue parte y no tiene relación con Píparo o con Burgos".

La defensora oficial cuestionó los allanamientos que días después permitieron la detención de Moreno, ya que se concretaron "a raíz de una denuncia anónima del 911 que no se investigó y una denuncia anónima no es equiparable a una denuncia justamente por ser anónima".

"La orden de allanamiento se dictó sin fundamentos, el ingreso es inválido", sostuvo, tras lo cual criticó que hayan sido sobreseídas Stella Maris Grizzia y Jennifer López Leguina, quienes habían sido detenidas por "encubrimiento" cuando se les halló en su poder dinero que correspondía al que le robaron a Carolina.

Para Vigorelli "no es razonable" que Stella Maris Grizzia se haya "autoincriminado" al allanarse su casa contando "que su marido hace salideras, que estuvo en el hecho (de Carolina Píparo), que ella tenía el dinero y que su marido se lo había traído".

"Su voluntad fue conducida por personal policial que participó del allanamiento que duró cinco horas, por lo que terminó marcando otros domicilios que luego fueron allanados", precisó.

La defensora consideró que se violaron las garantías constitucionales y sostuvo que "se debió hacérselas comparecer a este juicio y no requerirles el sobreseimiento".

"Si quería (el fiscal) descubrir la verdad por qué solicitó el sobreseimiento de Stella Maris Grizzia y Jennifer López?", se preguntó.

Vigorelli también descartó la imputación de alevosía por considerar que no es aplicable esa agravante porque "no se probó que se haya buscado la indefensión de la víctima, no fue algo buscado, preparado, no fue algo buscado para matar".

Afirmó que tampoco está probado que se hayan unido dos o más personas "para matar", es decir "todos debieron participar de la idea de matar y eso no está probado".

También rechazó la imputación de asociación ilícita y la de homicidio.

Luego del alegato de la defensora de Moreno fue el turno de la defensa de Miguel "Pimienta" Silva (43), sindicado como el marcador de Carolina en el interior de la sucursal bancaria.

Claudio Ritter, pidió al Tribunal la aboslución de Silva por las otras dos salideras por las que está siendo juzgado y en el caso de Píparo que se lo considere partícipe secundario del hecho.

La audiencia continuará mañana con la segunda parte el alegato de Ritter y luego será el turno de los defensores de López y Jordán Juárez, con lo que concluirá la etapa de alegatos.

El martes último alegaron las defensas de los otros imputados, Burgos, Juan Manuel Calvimonte (25) y Agusto Claramonte (44).

Píparo, de entonces 30 años, fue baleada el 29 de julio de 2010 cuando junto a su madre, María Ema, retiró dinero de la sucursal del Banco Santander Río de las calles 7 y 42, en La Plata, y se dirigió a su casa, en las calles 21 y 36, de la capital provincial.

Tras apoderarse del dinero, y antes de huir, el ladrón baleó a Píparo, lo que motivó que le realizaran una cesárea de emergencia para que diera a luz a su hijo, Isidro, quien falleció una semana después.