Cristina Kirchner se las ingenió para enturbiar la buena sintonía entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta con un simple tweet.

La vicepresidenta vinculó al fiscal general de la Ciudad, Juan Bautista Mahiques, con una supuesta extorsión a la camarista de Casación Ana María Figueroa en el marco de la causa memorándum de Irán.

Cristina dijo que escuchó por radio a la camarista, que en declaraciones a AM 750, señaló que durante la gestión del entonces ministro de Justicia, Germán Garavano, "un miembro" de esa cartera había entrado a su despacho y le había pedido "por un fallo".

Al ser consultada sobre quién fue el funcionario que ingresó a su despacho, la jueza afirmó que se trataba de un persona que "estaba por debajo de Garavano" en la cartera o de Justicia, en referencia a Mahiques, quien se desempeñaba entonces como viceministro.

Cristina le pidió explicaciones a Larreta por una denuncia contra Mahíques

Figueroa no mencionó a Mahiques pero de eso se encargó de hacerlo Cristina. "Yo no dije que fue Juan Bautista Mahiques", declaró la jueza luego de los tuits de Cristina.

Pero la vicepresidenta no se quedó cruzada de brazos. Su mano derecha Oscar Parrilli se subió este domingo a la embestida. "La jueza Ana María Figueroa dice que en el gobierno anterior había presiones a los jueces, que en este momento no hay presiones". En diálogo con C5N, Parrili dijo que a la jueza "le preguntan si fue Juan Bautista Mahiques que era el representante de Macri en el Consejo de la Magistratura y deja a entender que efectivamente era él y que la presionaba en la causa del memorándum con Irán, que era una causa que se había archivado y que se reabrió con el voto de Figueroa".

Cristina, Alberto y Larreta en Olivos cuando se anunció la propuesta de renegociación de la deuda externa.

"Cuando se leen los votos hay dos que están a favor pero está el de Figueroa que cuando se lee parece que va a votar en contra de reabrir y termina votando a favor. Si no fue Mahiques, ¿quién la presionó?", dijo Parrilli.

No es la primera vez que Cristina pone la lupa sobre la mesa judicial del macrismo, de la que era parte Mahiques y a la que la vicepresidenta culpa de persecución en su contra y en especial de su hija Florencia.

Pero si bien había hecho hincapié en figuras como la de José Torello y Fabián "Pepín" Rodríguez Simón -que como explicó LPO temen ir presos por haber jugado a fondo contra la vicepresidenta-, no había personalizado sus ataques hacia Mahiques.

¿Qué imagen... Qué pensamientos atravesarán la cabeza de Horacio Rodríguez Larreta enterandose que Juan Bautista Mahíques, a quien propuso y designó como Fiscal General del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, aprieta a jueces y juezas para obtener fallos a la carta?

Casualmente, Mahiques tiene buena relación con Eduardo "Wado" de Pedro, a quien conoce desde joven ya que ambos son de Mercedes. El actual ministro del Interior se sentó en primera fila en la asunción de Mahiques como Fiscal General en el primer piso del Teatro Colón. Al lado de Mahiques se sentó la ministra de Justicia, Marcela Losardo, mano derecha de Alberto en cuestiones jurídicas.

Cristina trasladó al jefe de gobierno sus habituales dardos a esa mesa macrista. "¿Qué imagen... Qué pensamientos atravesarán la cabeza de Horacio Rodríguez Larreta enterandose que Juan Bautista Mahíques, a quien propuso y designó como Fiscal General del Poder Judicial de la Ciudad de Buenos Aires, aprieta a jueces y juezas para obtener fallos a la carta?", disparó la vicepresidenta.

Wado de Pedro y Marcela Losardo en la jura de Mahiques como Fiscal General de la Ciudad.

Su mensaje golpea directamente a la relación que cultivan Alberto y Larreta desde el 10 de diciembre, que se profundizó durante la cuarentena.

La Ley de Emergencia económica de la Ciudad tensiona el vínculo entre Larreta y Alberto

Alberto escucha con atención a Larreta y le tomó prestado un plan para los jubilados, como anticipó LPO. Además, el secretario General porteño, Fernando Straface, le presentó ideas a Gustavo Béliz, uno de los hombres más importantes del Gobierno nacional, para reactivar la economía. En este contexto en algunos círculos se habla del nacimiento de un peronismo de centro con figuras "anti-grieta" como las de Alberto y Larreta.

Alberto escucha con atención a Larreta y le tomó prestado un plan para los jubilados. Además, el secretario General porteño, Fernando Straface, le presentó ideas a Gustavo Béliz, uno de los hombres más importantes del Gobierno nacional, para reactivar la economía. 

El kirchnerismo no está en el mismo canal y luego de la foto histórica que Larreta se sacó con Cristina y Alberto el día en que Guzmán anunció la oferta a los bonistas comenzaron a aparecer señales disruptivas.

La primera fue la denuncia de sobreprecios en la compra de barbijos que salpicó al jefe de gabinete porteño, Felipe Miguel. Los legisladores kirchneristas aprovecharon la denuncia para pegarle a Larreta, que se vio obligado a echar a dos funcionarios.

La Ley de Emergencia económica de la Ciudad tensiona el vínculo entre Larreta y Alberto

Tras ese episodio, el Frente de Todos se negó a tratar la Emergencia económica que mandó Larreta a la Legislatura. Se trata de un duro golpe contra el jefe de gobierno, que en los últimos días confesó en una reunión que hasta la Ciudad tendrá problemas para pagar los sueldos si se extiende la cuarentena por tiempo indeterminado.

A la paz de la convivencia entre Alberto y Larreta le faltaba un episodio como el de Mahiques, en el que es la propia Cristina la que parece deslizar un matiz ante esa sintonía, en un movimiento que acaso encuentro una suspicacia similar en el espacio del propio jefe de Gobierno porteño, que todavía responde a Macri. "El PRO tiene la posibilidad de vivir o morir", dijo este domingo Patricia Bullrich. Pareció un mensaje dirigido al jefe de gobierno.