Saliva respondía a Daura. Pero las peleas políticas internas dentro de la Casa de Moneda la obligaron a ceder espacios de poder y el funcionario fue uno de los fusibles: lo echaron.

Daura dejó trascender que lo despidió porque la producción de billetes había entrado en un sinfín de complicaciones, lo que generó una baja en la emisión monetaria. Lo cierto es que la presidenta de la Casa de Moneda perdió influencia dentro de su propio organismo. El vice, Esteban Kiper, militante de La Cámpora, confronta cada vez más con ella. Su opinión sobre la performance laboral de Saliva era muy negativa, reconstruyó este diario.

El ex gerente de Producción había ayudado a Daura en el armado de las estructuras que usó la Casa de Moneda para contratar a la imprenta de billetes Ciccone Calcográfica en el 2012, cuando todavía era una empresa privada.

El organismo estatal tercerizó en esa compañía la confección de 410 millones de billetes de cien a un costo de 160 millones de pesos. Todo ocurrió en el lapso en el que Ciccone era dirigida por Alejandro Vandenbroele, al que la Justicia investiga como posible “testaferro” de Boudou. Daura es amiga del vice, trabajó bajo su mando en la ANSES, y él la eligió para dirigir la Casa de Moneda cuando era ministro de Economía. De ese mismo puesto, Boudou le pidió por escrito a la AFIP que le otorgue a Ciccone una moratoria excepcional para que pueda pagar sus deudas con el fisco. O sea: después de que Boudou benefició a la imprenta impulsado su moratoria; su subordinada Daura le dio un contrato multimillonario con el Estado. Entre los últimos días del 2011 y los primeros del 2012, el ex gerente coordinó el envío, desde la Casa de Moneda a Ciccone de un cargamento de papel y tinta originales para hacer billetes. Es decir: el Estado aún no había contratado a esa empresa, pero aun así aportó cargamentos de sus bienes más preciados para que la compañía pruebe sus máquinas. El papel y la tinta originales para hacer dinero son insumos fundamentales para garantizar la seguridad de la emisión monetaria. Los envíos estatales se hicieron en secreto. Saliva nunca dio explicaciones públicas sobre esas acciones irregulares. Ya no es más funcionario.