El Gobernador lo tomó como "tema de Estado" por lo simbólico: entiende que es una victoria "de la política". Las tensiones y acusaciones previas, cuándo reabrirá el Casino y el "efecto dominó".
El Gobierno lo tomó como una prueba de poder y siente que ganó. El acuerdo para que la empresa KLP pague y se reabra el suspendido casino Cóndor se logró tras semanas de tensión y de una pulseada con protagonistas de peso: el gobernador Alfredo Cornejo y el empresario Rafael Garfunkel, quien llegó a la provincia el lunes por la noche.
El acuerdo implica el pago al contado de 37,4 millones de pesos y un plan de 36 cuotas para los casi 70 millones restantes que deberá abonar la empresa. Todo debe ser avalado por la justicia. El Casino abriría mañana, si todo sale como está acordado y así quedó plasmado en el acuerdo. Pero Cornejo insiste en destacar algo más allá del "hecho recaudatorio". Lo siente como una victoria en un terreno lodoso: el de los negocios entre el Estado y las empresas privadas. Más, si se tiene en cuenta que se revirtió una decisión del gobierno anterior, que había concedido facilidades fuera de la ley (según Cornejo) a la empresa.
El acuerdo necesitará refrenda de la Legislatura. La decisión se tomó por un lado para darle mayor rigor legal, pero también más trascendencia política: con la mayoría asegurada, el oficialismo podrá "discursear" en la casa de las leyes y con un testigo incómodo: Carlos Bianchinelli es legislador y hasta el 9 de diciembre condujo el Casino. Fue él quien autorizó a seguir funcionado al Casino Cóndor a pesar de la deuda.
A Garfunkel lo toman también como un empresario símbolo de la "era K" y más con su empresa en Mendoza. "Es muy simpático, pero nunca haría negocios con él". El comentario lo hizo uno de los negociadores tras reunirse con Garfunkel. Hubo dos reuniones clave: una durante la madrugada del lunes y otra en la mañana de ayer. Además de los negociadores políticos, Cornejo dispuso un equipo técnico encabezado por el titular de Personerías Jurídicas. Detrás estaba el propio Cornejo. Las autoridades del Casino se alejaron de la firma del convenio porque deben actual como organismo de aplicación y aprobar (o no) lo firmado. Ellos son quienes tienen que reabrir la sala.
La pulseada, aseguran en el Ejecutivo, buscaba "aleccionar" a sectores empresarios luego de años de un Estado de guardia baja. "Es histórico que se haya logrado el reconocimiento y pago del 100% de la deuda exigida. No se cedió en nada", festejaban anoche.
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