Hace ya algunos días denunciábamos en estas mismas páginas que la reposición de los palos del tendido telefónico venían muy lenta. El tornado que azotó a la ciudad el 20 de diciembre ya es historia, hace más de un mes que pasó y dejó el tendal, pues en algunos lugares de la ciudad todavía el tendal continúa.
Hay un poste emblemático en la calle Boer, en sus primeros metros, en un chalet que parece abandonado. En su momento hicimos la denuncia de que el palo reposaba sobre las tejas de la vivienda. Pues ahora la situación allí es la misma, lo que no sabemos es si alguna vez cambiaron el poste o sigue así desde hace dos o tres años, entendemos que lo debe haber volteado el viento de diciembre; aunque no nos extrañaría la otra situación.
Vimos durante varios días por la ciudad una grúa con operarios foráneos manipulando los postes y reemplazándolos. El de la vereda del Club Empleados de Comercio fue uno de los más céntricos en caerse y paradójicamente uno de los últimos en reponerse en el sector de las avenidas.
Ayer recorrimos la calle Borges en toda su extensión. Entre el 800 y el 900, ingresando en los Barrios Latino y Palermo, a mano derecha hay dos postes seguidos inclinados esperando que los cambien. Se ve que la reposición en los barrios se da de manera más lenta que en la planta urbana; aunque también cabe preguntarse si sabrán quienes deben reponerlos que esos postes están así.
Y repetimos una vez más, la solución a ese problema de los postes de madera sería reemplazarlos por columnas de hormigón; pero por alguna extraña razón siguen poniendo de los mismos, para tener que cambiarlos dentro de algunos años, por los mismos motivos que los tienen que cambiar esta vez.
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