Así opinó Juan Manuel Casella, secretario nacional del radicalismo, sobre la actual gestión del intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi. Como dirigente del distrito, dijo que la misma “se está desgastando”. Consideró también que la UCR tiene una “presencia reducida” en los Gobiernos nacional y provincial y aseguró que deben fortalecerse para modificarlo. En diálogo exclusivo con Política Del Sur (AM 1470, Radio Cadena), el ex ministro de Trabajo de Raúl Alfonsín coincidió con algunas medidas que tomó Mauricio Macri y en otras no. Su discurso de apertura le pareció correcto y sostuvo que las medidas tomadas por Triaca son realistas. Y consideró que el macrismo no los toma como socios de Gobierno porque el radicalismo “está debilitado”
—¿Se siente parte del Gobierno de Mauricio Macri?
—Me siento parte de una coalición de Gobierno que ganó las elecciones. El Gobierno tiene una representación reducida de la UCR, en el orden provincial hay un ministro de producción, Jorge Elustondo, en el orden nacional hay tres ministros de origen radical (Agricultura, Defensa, Comunicaciones) pero en relación a la envergadura total la presencia es reducida. El radicalismo tiene una presencia parlamentaria importante con 40 diputados nacionales en interbloque y en el orden Ejecutivo es reducida a nivel nacional y provincial.
—¿Está de acuerdo con los primeros pasos dados por Macri?
—Sí con algunos, no estoy de acuerdo con otros. Debe afrontar dificultades objetivas sobre todo en lo económico, un nivel de inflación heredada muy alta, un déficit fiscal importante, una carencia de datos estadísticos que es mala para definir políticas de Gobierno —sin datos es difícil definirlas—, son dificultades acentuadas por una actitud de oposición cerrada del Frente para la Victoria que convierte al Gobierno en conflicto. Las decisiones las tomó, en algunos casos, forzado por la realidad, hay que acentuar el sesgo productivo y social pero en general la tendencia es correcta.
—¿Con qué aspectos se diferencia?
—Es de público conocimiento que han tomado decisiones de las que tuvo que retroceder como el intento de designación de dos jueces por decreto, lo que constituyó un error notorio, se trata del orden institucional y cuando asumió el 10 de diciembre el presidente remarcó tres objetivos que comparto: la pobreza cero, la lucha contra el narcotráfico y la recuperación institucional y la unidad nacional. Fue un error la forma que se presentó la modificación del impuesto a las ganancias, confuso y no clara y hace falta explicar la política de precios en los servicios públicos porque ha habido aumentos muy fuertes derivados de un atraso tarifario de más de 10 años que no podía ser cubierto por subsidios. Por ejemplo, Aranguren debería explicar con claridad por qué aumenta la nafta cuando el precio del petróleo disminuye.
—¿Qué le pareció el discurso de apertura de Macri?
—La descripción fue objetiva. El problema consiste en la herencia recibida, no la forma en la que la expuso públicamente. Los que dicen que no fue correcto deben demostrar que la herencia denunciada no existe, no pueden porque existe. Fue un buen discurso pero faltó ampliar el análisis de algunos temas como la política de lucha contra la inflación pero en términos de balance es correcto el discurso, Macri no es orador histórico pero fue serio y correcto.
—Como ex ministro de Trabajo, ¿qué le pareció el accionar de Triaca?
—Me parece realista, se encuentra con una situación distinta a la que viví yo, ahora hay cinco centrales de trabajadores, esto dificulta la negociación, disminuye la calidad de representación de los trabajadores porque la debilita y hay otro aspecto de la realidad laboral distinta que en el ’83 cuando los grandes gremios industriales eran centrales en el proceso de negociación y ahora los gremios de servicios han tomado ese lugar. En ese marco Triaca se está manejando como puede.
—¿A qué se debe la participación reducida de la UCR en el Gobierno?
—Cuando digo eso no apunto a los cargos públicos sino a la influencia en el Gobierno. Una alianza que funciona adecuadamente implica la creación de ámbitos de discusión donde los integrantes se involucran en el estudio y definición de políticas. Me parece que hasta ahora ese marco de negociación no ha sido suficiente. Cuál es la razón de esta ineficiencia, creo que en política no se puede esperar de la generosidad ajena hay que plantear la potencia de la propia presencia. Se trata de que la UCR esté debilitada y debe fortalecerse a sí mismo en primer lugar para lograr la interlocución adecuada. Creo que el radicalismo tiene problemas, ha encontrado una solución electoral pero tiene que encontrar una solución política para su propio fortalecimiento, esa es una de las razones por las cuales el macrismo nos toma como socios electorales pero no como socios de Gobierno.
—Como dirigente político de Avellaneda, ¿qué le pareció el regreso político de Cacho Álvarez y tan opositor a Jorge Ferraresi?
—El peronismo tiene reglas que los radicales no estamos acostumbrados a manejar. El peronismo nació desde el Estado y muchos de sus integrantes creen que el Estado les pertenece a tal punto que se sienten usurpados cuando pierden el perdón, eso se da adentro del peronismo. Ferraresi fue uno de los funcionarios de Cacho Álvarez, secretario de Obras Públicas y lo apoyó para que sea su sustituto en Avellaneda. Estas sustituciones implican que el que se va pierde el poder y el que se queda lo ejerce. En el caso de Cacho Álvarez tendrá que resolver en ese marco el conflicto con Ferraresi pero Ferraresi tiene el poder.
—¿Cómo ve la gestión de Ferraresi?
La veo en decadencia. Fue un buen intendente en su primer mandato, más prolijo y una visión superior a Cacho. Pero me parece que ahora está perdiendo vigor y está incurriendo en los defectos como la limpieza, su gestión se está desgastando.
—¿Tiene vínculos con Gladys González?
—No la conozco personalmente.
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