Por Santiago Dapelo

En la Casa Rosada no hubo sorpresa, pero tampoco habrá una reacción. El presidente Alberto Fernández continúa inalterable la hoja de ruta, mantendrá a su equipo económico y no cambiará la decisión de “utilizar la lapicera” sin consultar a la vicepresidenta Cristina Kirchner.

El duro mensaje de la expresidenta, con críticas a la gestión y señalamientos a la interna, ya no tiene el impacto que supo tener. “Hizo sus comentarios sobre la realidad”, minimizó una de las personas más cercanas al Presidente. En el círculo más íntimo del jefe del Estado saben que los discursos de Cristina Kirchner se repetirán con más frecuencia. “Es una coalición, hay que acostumbrarse”, explicó un funcionario con despacho en la Casa de Gobierno.

Lejos de la tensión que suscitaba cada intervención de la exmandataria, hoy las respuestas marcan el momento de lejanía que atraviesa la relación entre Alberto Fernández y su vice. Según la mirada de aquellos que acompañan a diario al Presidente, hubo un apresuramiento al analizar el acto de YPF cuando volvieron a mostrarse juntos en público después de tres meses de guerra fría.

“A veces un acto es solo eso. Ellos no volvieron a hablar y Alberto sigue usando la lapicera, como siempre”, manifestó un funcionario de trato diario con el mandatario. En el listado de decisiones que tomó el Presidente sin consultar a su socia ubican las designaciones de Daniel Scioli (Desarrollo Productivo) y Agustín Rossi (Agencia Federal de Inteligencia) y el decreto con el presupuesto. “Son decisiones que toma solo Alberto, como lo viene haciendo”, agregaron fuentes oficiales.

Cerca del Presidente anticipan que la relación entre ellos se podría transpolar con lo que ocurre en España entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y Podemos, sociedad que le permitió a Pedro Sánchez conformar gobierno.

“Vamos a dar debates… vamos a ir a internas. Es así. Hay que gobernar bancando los estilos”, resumió una funcionaria con despacho en Balcarce 50.

Las críticas al Gobierno por el manejo de los planes sociales sí tuvo una respuesta. Desde el gobierno nacional explicaron que se trabaja en la reducción y control desde que asumió como ministro Juan Zabaleta, en agosto del último año.

Según explicaron fuentes oficiales, se realizan “auditorías sobre las denuncias y sobre la entrega de alimentos”. El foco está puesto principalmente en el programa Potenciar Trabajo. En el repaso de decisiones que se implementaron, desde Desarrollo Social sostuvieron que en diciembre se habilitó la posibilidad para que los beneficiarios cambien la Unidad de Gestión. Hasta el momento ya lo hicieron 176.678 personas.

La vicepresidenta volvió a hablar hoy como la oradora principal del plenario de la CTA, en Avellaneda. Ante una tribuna de seguidores, entre los que se destacó el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, Cristina Kirchner reapareció tras forzar la renuncia de Matías Kulfas y volvió a rescatar el sello de Unidad Ciudadana, lo que volvió a generar expectativa entre sus seguidores con la mira puesta en las elecciones del año que viene.

La expresidenta denunció un “festival de importaciones” haciendo referencia a que hay muy poco monitoreo sobre lo que hacen las empresas y apuntó contra el Banco Central, que conduce Miguel Pesce, y la AFIP, que lidera Mercedes Marcó del Pont.

“Hay festival de importaciones hace tiempo y creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente: Banco Central, Ministerio de la Producción, AFIP y Aduanas. Esto tiene que ser articulado, lo cual no estaría sucediendo. ¿Por qué? Porque hay un festival de importaciones desde hace tiempo. En la Argentina, 600 empresas explican el 75% de las importaciones. Y el otro 25% de las importaciones lo explican 24.000 empresas”, dijo la vicepresidenta en una nueva crítica a la gestión de Alberto Fernández.

En un mensaje para el Presidente, sostuvo que “estas cosas son para usar la lapicera”. Y cerró con otra dura frase para el jefe del Estado: “Ganar las elecciones para no hacer nada... mejor quedarte en tu casa”. Así, Cristina Kirchner volvió a cargar contra el equipo económico y buscó condicionar a Scioli, el flamante ministro de Desarrollo Productivo, al que también elogió.

En una extensa presentación, Cristina Kirchner se refirió a la crisis económica e intentó explicar las causas de la inflación en la Argentina que según dijo, “parece haberse disparado”. Luego de pasar por los conceptos de déficit fiscal, superávit comercial, oferta y demanda, la vicepresidenta apuntó a las ganancias de las empresas como causal de la inflación. También defendió la carga tributaria que hoy hay en el país.