Cerca de Cristina Kirchner se imaginan en la "resistencia", ante un eventual triunfo de Macri
El gobierno de Cristina Kirchner terminó la campaña envuelto en sospechas y recelos sobre el apoyo real que le dio al candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV), Daniel Scioli. Los mensajes de la Presidenta y las señales de La Cámpora hicieron pensar que el ultrakirchnerismo se prepara más para pasar a la "resistencia" a un eventual gobierno de Mauricio Macri que para continuar la "revolución" desde el poder.
"Los pibes de La Cámpora saben que con Scioli no tendrán espacio. En cambio, si gana Macri intentarán encabezar la resistencia junto a Cristina Kirchner", dijo a LA NACION un funcionario kirchnerista que apoya a Scioli y está enojado con los camporistas.
"Quieren retener los nombramientos que Cristina les deja en la planta permanente del Estado y la Justicia, las 30 bancas en el Congreso y el control de la calle", confió otro alto dirigente kirchnerista.
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Fuerte ruido interno provocó, por ejemplo, la foto que el ministro de Economía, Axel Kicillof, difundió el lunes último junto a la directora gerente del FMI, Cristine Lagarde, durante la reunión del G-20 en Turquía. La noche anterior, Scioli había acusado a Macri en el debate presidencial de buscar financiamiento del Fondo si llega a ser presidente.
Entre varios ministros y legisladores masticaron bronca contra Kicillof porque desacreditaba al candidato del FPV. El ministro les explicó que Lagarde le había pedido esa foto institucional. No sólo no le creyeron, sino que la prensa publicó que había sido difundida por el Ministerio de Economía. Funcionarios cercanos al ministro de Planificación, Julio De Vido, estaban furiosos porque ellos estaban al lado de Kicillof.
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"Fue una foto institucional. El FMI audita al Indec. En la última semana todos cerraron filas para que gane Scioli y acordaron que después del 23 cada uno dirá lo que quiera. La Cámpora trabaja para que gane Scioli", aseguró a LA NACION un legislador kirchnerista cercano a la agrupación que lidera Máximo Kirchner.
Dirigentes del sciolismo, ministros, legisladores y agrupaciones kirchneristas, como el Movimiento Evita y el Frente Transversal, desconfían de La Cámpora y de su alianza con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, quien se cansó de hacer declaraciones que incomodaron a Scioli. "A esta altura nos queda claro que decidieron jugar contra Scioli", dijo un ex funcionario sciolista.
Consideran que Aníbal Fernández debió llamarse a silencio y no culpar a Scioli de su propia derrota en la provincia de Buenos Aires, que muchos le atribuyen a su mala imagen. "Debió imitar al senador Miguel Pichetto, que perdió en Río Negro y dijo que la culpa era de él y desapareció", dijo un senador del PJ kirchnerista, comprometido con Scioli.
También acusan internamente a La Cámpora de haber desmovilizado una marcha convocada para el sábado 14 de noviembre frente al Obelisco por los atentados en París. Los medios de comunicación oficiales difundieron que se suspendería, pero desde Olivos llegó la contraorden para confirmarla. Días después Cristina la reivindicó por Twitter.
En un tibio apoyo a Scioli, la Presidenta le señaló a La Cámpora que había que ganar la calle porque así la militancia logró el retorno de Juan Domingo Perón el 17 de noviembre de 1972. Muchos interpretaron que la Presidenta quiere controlar la calle para su futuro regreso.
"Le quitaron el apoyo a Scioli", dijo un senador del FPV que habla con todos los sectores del peronismo. "Ahora se entienden las designaciones a las apuradas de Julián Álvarez y Juan Forlón en la Auditoría General de la Nación", aseguró.
"La Cámpora había acordado con Aníbal Fernández que la «orga» iba a sobrevivir en la provincia si éste ganaba. Pero se quedaron sin la provincia y aun si gana Scioli no van a tener nada en el gobierno nacional", graficó otro dirigente.
Recuerdan que antes de las elecciones del 25 de octubre La Cámpora y Kicillof hicieron un acto de cierre de campaña en el Luna Park separado del de Scioli. Y Aníbal Fernández y La Cámpora establecieron su bunker paralelo en el Hotel Intercontinental la noche del escrutinio. Otros dirigentes le escucharon al diputado y jefe de La Cámpora, Andrés "Cuervo" Larroque, una sugestiva frase: "Nosotros ya estamos en la resistencia".
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