Acorrala a Marcos Peña para conseguir un capital político que le permita condicionar a Macri en un eventual segundo mandato. Las provincias en las que pelea lugares.
Tras la furia tuitera de diciembre que frenó las leyes que Mauricio Macri quería sancionar antes de navidad, Elisa Carrió se llamó a silencio en enero y reapareció con frases cariñosas para el presidente y Marcos Peña.
Esta vez, su paso de baile no sólo busca el bien de la república: en junio, Lilita intentará poblar las listas legislativas y duplicar de 10 a 20 su bloque de diputados nacionales, suficiente para condicionar la agenda parlamentaria de un eventual segundo mandato del presidente.
En 2017 ya hizo valer sus capacidades para la rosca y sumó 7 bancas en distritos donde nadie la tenía en cuenta, como Buenos Aires y Santa Fe. En octubre tiene todo para ganar porque sólo renueva dos bancas de 2015, una por Córdoba (Leonor Martínez Villada) y otra por Catamarca (Cecilia Vera González).
Aquella vez, su pobre performance como candidata a presidente no le permitió ubicar legisladores propios en las nóminas de Cambiemos, un riesgo que no volverá a correr este año. Sin aspiraciones presidenciales, su apuesta es ablandar a Peña hasta robarle los principales casilleros de las listas.
Lilita exige lugares en Buenos Aires, la Ciudad, Santa Fé y provincias chicas como Catamarca y Chaco. Peña no está dispuesto a detenerla.
Sumar una decena de diputados no parece un plan difícil: el año pasado logró 3 por la Ciudad y la misma cantidad por Buenos Aires, provincias donde Cambiemos puede acumular 20 bancas con una elección aceptable. Lilita ya se anotó para el reparto.
En Córdoba y Santa Fe presiona para anotar a los suyos y en Catamarca y Chaco inscribió como candidatos a gobernador al legislador provincial Rubén Manzi y a la diputada nacional Alicia Terada. Suficiente para sentarse en la mesa de negociación y, de mínima, exigir lugares en las listas, que es lo que más le interesa.
Con 20 diputados y un recinto partido entre oficialismo y oposición, además de sumar peso en el interbloque Lilita podría ser la voz cantante en el parlamento en un segundo mandato de Macri, cuando la posibilidad de buscar acuerdos quedaría aún más lejana.
Los referentes del peronismo dialoguista, clave para los consensos en estos años, ya advirtieron que si no pueden elegir al próximo presidente de la Nación, no le prestarán los votos a Cambiemos para quedarse con las autoridades parlamentarias. O sea, manejarán el Congreso hasta donde puedan. Carrió tendría su pequeña tropa para resistir.
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