Invitó a los kirchneristas Filmus y Alicia Castro a la Comisión de Relaciones Exteriores para que se despachen contra la canciller.
Lilita Carrió no cesa en su disputa con Susana Malcorra, una pelea de damas que curiosamente comparten una relación privilegiada con Estados Unidos, aunque es evidente que con sectores disímiles del poder de esa potencia.
Apenas un día después que el presidente Macri reclamó que se terminen las internas en la coalición que lidera y se pasó tres horas cenando con Lilita en Olivos -todo un récord para las costumbres telegráficas de Macri-, la diputada le devolvió gentilezas convocando a una reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores que preside, para debatir una vez más el fallido intento de acuerdo con Inglaterra por Malvinas, que ensayó Malcorra.
Carrió ha hecho de Malcorra uno de sus blancos fijos y la castigó tanto por su política de apaciguamiento de Macri en su crítica al régimen de Nicolás Maduro, como en su política hacía Malvinas, como recientemente en su fallida apuesta por Hillary Clinton. Todos fracasos en los que embarcó al Presidente.
El tema de Malvinas ya había sido debatido en reuniones de la comisión que preside Carrió y ante la presencia del vicecanciller Carlos Foradori, pero lejos de enfriarlo, la chaqueña este martes lo volvió a encender y con un panel de invitados bien hostil para la canciller, con figuras como la ex embajadora Alicia Castro y Daniel Filmus.
Carrió se deleitó mortificando a Malcorra con un panel para debatir sobre su política por Malvinas, a los que convocó a destacados kirchneristas como Daniel Filmus y la ex embajadora Castro.
Cambiemos casi no llevó legisladores y la única defensa a Malcorra la ejerció, el embajador Guillermo González, quien fue convocado por la Cancillería tras la asunción de Mauricio Macri, y sostuvo que el documento que generó controversia "no tiene la forma de un acuerdo o un convenio internacional". O sea, ninguneó la tarea diplomática de su jefa.
Aunque aclaró que "no" está de acuerdo con el texto firmado, Carrió expresó que "no creo que sea un tratado" como sostuvieron desde la oposición.
Castro fue la más dura. Calificó como "un tremendo desacierto" el convenio firmado por Foradori y remarcó que "a todas luces es un acuerdo internacional, un acuerdo que obliga a las partes a cumplirlo".
"Estamos en una situación preocupante porque van a intentar modificar las leyes que protegen los recursos no renovables de la Argentina", agregó. Recordó además que el Foreign Office -la Cancillería del Reino Unido- le exigió cuando era embajadora en ese país, acuerdos pesqueros y petroleros similares al que Malcorra subscribió con los ingleses. No hizo falta que aclarara que ella sí los rechazó.
Castro incluso se lamentó que Malcorra no haya querido participar de la reunión anterior en la que se debatió el tema por primera vez y Carrió aprovechó el pie para terminar de blanquear su encono: "No fue así. Pasa que no la invite", dijo, despertando la risa de los presentes.
Sobre este punto, Daniel Filmus, ex secretario de Asuntos Relativos a Malvinas de Cristina Kirchner, remarcó que "no hay ninguna posibilidad de que acordemos" con Gran Bretaña en las actuales condiciones y advirtió que "no se pueden cambiar las leyes" que castigan la exploración y explotación de hidrocarburos en la plataforma continental argentina, sancionados por el Congreso durante el anterior Gobierno.
Carrió, que incluso invitó a ex combatientes a participar del debate, prometió que la discusión en comisión continuará. Por si hiciera falta.
El acuerdo que intenta sellar Malcorra, propone avanzar en la reanudación de los vuelos del continente a las islas Malvinas y la explotación "conjunta" de pesca e hidrocarburos en la zona marítima del conflicto.
Comentá la nota