En medio de un fuego cruzado que se abrió en el justicialismo y del cual no estaría ajeno el oficialismo provincial, Carolina Martínez Llano reiteró un mensaje hacia adentro del partido. Abogó para que, en cada localidad, sin intermediarios, se llegue a propuestas abarcativas, proponiendo los candidatos más taquilleros.
«El resultado es la suma de los pueblos», remarcó. Sostuvo que, «más allá de los resultados provinciales, que contribuyen a más senadores y más diputados, debemos ser inteligentes en no dividir las ofertas locales para no perder concejales». Dejó en claro que, como apoderada, se limita a brindar apoyo y asesoramiento, remarcando que el rol de los apoderados es cumplir con las decisiones políticas que tome el Interventor quien, como tal, resuelve las alianzas provinciales, las municipales, y -once días después del cierre de las alianzas- la nominación de los candidatos. «Lo primero es lo primero, y son las alianzas. Luego recién los candidatos», indicó. La Senadora puntualizó que están las alianzas nacionales que, en este contexto, «son muy importantes e inescindibles en una estrategia de conjunto».
Carolina se refirió ayer al proceso que vive el peronismo de cara a 2023. «Mi carácter de apoderada me obliga a ser muy cauta al momento de fijar posiciones políticas, puesto que es nuestra obligación reiterar que es función del Interventor las decisiones de fondo», manifestó. «Sí es cierto que una debe explicar a los dirigentes, por caso quienes están en el armado de las listas de concejales, donde, en la mayoría de las localidades, se renuevan una o dos bancas, que deben agotar las posibilidades de entendimiento», enfatizó.
La Senadora provincial hizo hincapié en que «las alianzas no deberían, en principio, concebirse como la posibilidad de abrir la oferta electoral. Desde el punto estrictamente técnico, supondría correr el riesgo de quedarnos sin concejales en donde ello ocurra».
«LO PRIMERO ES LO PRIMERO»
«Hoy el Frente de Todos nacional, aun con sus diferencias públicamente conocidas, sigue siendo una opción electoral válida. La elección no está definida ni muchos menos, y el peronismo de Corrientes debe contribuir el 22 de octubre, a aportar la mayor cantidad de votos», consideró Carolina. «Creo que no sólo podremos reponer los dos diputados nacionales, sino que estamos en condiciones de salir primeros, lo cual sería importante de cara a 2025», añadió.
La legisladora justicialista enfatizó en que con este escenario «entra a jugar la mecánica de las alianzas. Así como en lo provincial no deben servir para dividir, en lo nacional las reglas funcionan al revés. Una política de alianzas que apunte a sumar candidatos de los distintos espacios sería muy buena para el resultado. Todos aportarían a la fórmula presidencial. Hay como una ley de lemas que permite que, el que saque más votos, termine sumando los de las listas perdedoras», detalló. «Lo ideal sería tener 7 u 8 listas de diputados nacionales», sostuvo.
Puso especial ahínco en que este tipo de estrategias «hay que explicar, y este es rol de los apoderados que, a la vez, podemos ilustrar y sugerir variantes a la Intervención, conforme las realidades que -por lógica- son distintas en cada localidad».
«Cuando digo lo primero es lo primero me refiero a que, antes que nada, debemos saber quiénes compartimos este proyecto, quiénes estamos adentro, más allá de los nombres. Cuáles son los partidos dispuestos a jugar ahora, y jugar en octubre. Y ser parte de lo que pensamos debería ser una nueva gestión del Frente de Todos desde diciembre», subrayó.
Para Carolina, «hoy es como que se están mezclando los tantos. Hay aspiraciones que son lógicas, pero quizás demasiada ansiedad por definir posiciones que naturalmente se deberían ir dando luego del cierre de alianzas». «Entiendo, hay que darle margen de maniobra al Interventor», agregó.
Consultada sobre la posibilidad de que algunos dirigentes vayan por fuera o apuesten a un quiebre, la apoderada del PJ expresó que «hay que cuidar las formas y los tiempos. Acá no es cuestión de decir ‘quiero esto, sino me voy con ECO o armo un tercer frente’. Hay que tener más sentido de pertenencia y no concebir al partido como el vehículo para aspiraciones individuales, porque de otra forma terminamos con el concepto de que cualquier vehículo me viene bien si de llegar se trata».
«También es cierto que es necesario cuidar las formas. Días atrás, legisladores e intendentes, plantearon armar una mesa de conducción. Yo fui clara. Estuve en desacuerdo y me excluí -anticipadamente- de formar parte de ella», relató la legisladora provincial para explicar que su decisión se dio «primero, porque supondría arrogarnos una representación que no tenemos ni como legisladores, ni como intendentes para representar al conjunto del peronismo. Segundo, porque supondría ir en menoscabo de las facultades propias del Interventor, acaso como una conducción paralela, que sólo serviría para generar mayor confusión».
Ante ello sostuvo que «cuidar las formas supone, además, no aparecer hacia afuera como una versión aggiornada de la tristemente célebre Cooperativa tan denostada. No me gusta que una foto dé una lectura equívoca, que aliente a algunos compañeros a darle legitimidad a políticas rupturistas. Seguramente, cuando sea el momento, habrá una foto que será la síntesis más inteligente y realista que el Interventor haga para cerrar lo que considere la mejor lista posible».
Ante este escenario, reconoció: «Tengo la tranquilidad de que Juanchi Zavaleta, que es un cuadro con futuro político más allá de Hurlingham, no querrá equivocarse».
«Hoy, en el orden nacional, la mirada sobre Corrientes creo es distinta. En parte, porque ningún sector prevalece sobre los demás y porque tienen miedo a quedar en la línea de fuego. Corrientes nunca ha sido fácil. Hoy tampoco lo es. Por eso soy optimista en que las decisiones serán las más racionales y los resultados serán mejores de lo que muchos esperan», concluyó.
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