La investigación del secuestro de Juan Alberto Cabral está en pleno desarrollo y los pesquisas ya tienen en claro algunos datos. A continuación, los puntos más salientes de lo sucedido.

La víctima es, según la documentación, maestro mayor de obra y la secuestraron cuando iba a trabajar en su camioneta. La fiscalía intervino tres teléfonos. Escucharon que los secuestradores estaban enojados por la difusión en los medios. Fue ahí que el fiscal Federico Delgado ordenó que se corte toda información a los medios.

Habían pedido 2 millones de pesos en principio, y tras negociaciones y el  pago de rescate por una suma mucho menor (se cree que fueron 400 mil pesos), liberaron al padre del futbolista Carlos Tevez.

Ya ordenaron la revisión médica de la víctima, y cuando esté en condiciones tanto anímicas como físicas, va a ir a declarar, primero a la División Antisecuestros de la Policía Federal. La fiscalía ordenará medidas, entre ellas las filmaciones de las cámaras de seguridad privadas del lugar donde fue el secuestro, las públicas del recorrido que habría efectuado el vehículo en el que se lo llevaron, etc. Parece obvio, pero la declaración de la víctima es clave, porque no se sabe exactamente como fue el secuestro.

Se habrían pagado 400 mil pesos en San Martín y General Paz, según trascendió, aunque la cifra no fue confirmada oficialmente por la fiscalía. Una  vez liberado, el papá tomó un remis para ir a la casa de un familiar.

Se está investigando si se trata de una banda de secuestradores que opera en la  zona Oeste y si fue al voleo, que es la hipótesis que tenían los investigadores al principio de la investigación. 

Al papá de Tevez lo habrían interceptado en El Palomar,  partido de Morón en una camioneta Dodge Journey. Por eso se sospecha que fue al voleo, que lo secuestraron por la camioneta, y allí se habrían dado cuenta que era el padre de Tevez (al leer los datos de la cédula verde del vehículo).

Hubo dos llamados telefónicos de los secuestradores a familiares, solicitando una suma millonaria de dinero a cambio de la liberación. Una de las comunicaciones fue a una vivienda en Navarro al 4000, del barrio de Devoto, y allí los familiares hicieron la denuncia. Por eso quedó radicado en el fuero federal de la Capital Federal.

La causa judicial quedó en manos de la Fiscalía federal 4, a cargo de Stornelli, actualmente de licencia por la feria y suplantado por Delgado. El juez a cargo es Claudio Bonadio, pero en este tipo de investigaciones, las primeras medidas ya están en manos del Ministerio Público Fiscal.