El gobernador inauguró este miércoles las obras de refacción del Club Durmitor en colonia La Montenegrina, donde también estuvo su hermano Daniel, el intendente de Campo Largo. Ambos son nietos de fundadores del lugar.
Cabe recordar que el gobernador es nieto de dos de esos pioneros montenegrinos (Jorge Capitanich y Mateo Popovic) quienes formaron parte de la creación de la Asociación Durmitor. Las obras de recuperación fueron ejecutadas por el gobierno provincial conjuntamente con el municipio de Campo Largo, financiadas con recursos de la Fundación Chaco Solidario y la asociación civil “Campo Largo por Más”.
El gobernador recordó emocionado la epopeya de esos primeros inmigrantes montenegrinos cuando hace 85 años “con sangre, corazón y compromiso social” crearon la Asociación Durmitor para que en el año 1931 sus descendientes y pobladores de la zona pudieran acceder a la educación y la cultura.
El gobernador Capitanich durante la inauguración.
“Este edificio que rescatamos como herencia y lo transformamos en legado , tenemos que llenarlo de contenido, es decir llenar este espacio de educación popular, expresiones artísticas, llenarlo de cultura y de nuestra propia identidad”, remarco el gobernador para que este remodelado Club Durmitor se transforme “como lo soñaron los abuelos” en un punto de encuentro “que sirva para rendir homenaje a estos colonos que fueron capaces de hacer Chaco desde la grandeza de sus corazones y la inteligencia de sus mentes”.
Acompañaron al gobernador Capitanich del acto de recuperación histórica, el intendente de Campo Largo, Daniel Capitanich; las directivas de la Fundación Chaco Solidario, Cecilia Baroni y Elsa Codutti, el administrador de la DVP, Carlos Kutnich; la titular de la APA, Cristina Magnano; la representante de la comunidad montenegrina Martha Capitanich; la ex diputada nacional Viviana Damilano; y pobladores de la colonia La Montenegrina.
Martha Capitanich: “Aquí vivirá por siempre el espíritu de nuestros abuelos”
En representación de la comunidad montenegrina, Martha Cristina Capitanich hizo visible su emoción por la restauración y recuperación del Durmitor que “se comenzó a gestar hace 85 años por 46 montenegrinos a los que los impulsaba el objetivo de construir un futuro para sus hijos”, indicó.
En 1929, cuando estos pioneros lograron instalarse en plena selva chaqueña construyeron “el majestuoso Durmitor”, lugar que ofrecieron a sus hijos para instruirse y desarrollarse, relató Martha. En este contexto agradeció a todos los que trabajaron en la restauración del lugar emblemático para la comunidad.
“Se trabajó con mucho amor para recuperar todo lo que se podía”, aseguró al contar el minucioso trabajo de recuperación que posibilito recuperar desde los pisos originales y otros elementos de alto valor histórico. Para cerrar un emotivo discurso, Martha Capitanich retomo el idioma de los Balcanes para rememorar un dicho que dice “aquí vive y vivirá por siempre el espíritu de los abuelos” y resaltó “los hijos no tenemos palabras para agradecer a nuestros padres por brindarnos este lugar donde comulgar”.
El Durmitor
El Club Durmitor, cuya génesis se remonta hacia el año 1927, fue creado por la sociedad de beneficencia homónima, lleva ese nombre por el pico montañoso más alto de la república de Montenegro. Esta radicado en el lote 39 de la colonia Juan José Mármol, en jurisdicción del departamento Independencia. En 1930 comenzó a funcionar la Escuela 180, que dicto clases allí durante 20 años.
El edificio del Club Durmitor de La Montenegrina tiene un gran valor histórico y cultural. En 2002, el entonces senador nacional y actual gobernador Jorge Capitanich impulsó la declaración de patrimonio nacional del edificio Durmitor y posteriormente fue declarado de interés histórico y natural por la Cámara de Diputados del Chaco.
A lo largo de su historia este edificio sirvió como sede educativa y fue lugar de un sinnúmero de actividades culturales y eventos de la comunidad de inmigrantes montenegrinos, serbios, croatas y eslovenos de esta zona de la geografía chaqueña. Allí se presentaron en la década del 30 obras de teatro como la Balkan Kraljica (Reina de los Balcanes).
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