Son tiempos de cambio en todo el país y en el peronismo, con una de las derrotas más duras de su historia aún muy fresca, la hora de las modificaciones y rectificaciones se acerca.Febrero de 2016 marcaría el inicio de la maquinaria partidaria que definirá una nueva estructura de poder, con renovación del presidente incluido y recambio en otros aspectos no menos importantes

.Quien se anota -y lo anotan- como candidato a liderar esa renovación en las filas justicialistas es Jorge Capitanich, actual vicepresidente primero del partido.Es que el intendente es uno de los pocos que salvó la ropa en un año marcado por derrotas fuertes para el PJ, lo que abrió un escenario de fuerte disputa interna con interrogantes que persisten incluso desde antes del balotaje del 22N.Son varios los dirigentes nacionales que proponen a Capitanich como aspirante a quedarse con la conducción del partido, instancia que se decidirá en abril o mayo próximos.

El jefe comunal capitalino es bien visto no sólo por su triunfo en Resistencia, sino también por posicionar a Domingo Peppo hacia una victoria segura para retener la Gobernación y el caudal de votos (más de 400 mil) que aportó el Chaco a Scioli en la segunda vuelta.El proceso de elección del nuevo titular del sello comenzará en febrero, cuando se convoque a un congreso para que se fije fecha para la votación del futuro mandamás peronista.El actual presidente es Eduardo Fellner, ex gobernador de Jujuy y uno de los grandes derrotados en el año electoral. Según pudo saberse, las elecciones partidarias de 2016 serían con voto directo de los afiliados y no de manera indirecta a través de los congresales, metodología que se venía utilizando en los últimos años

.El nombre de Capitanich compite ya con varios candidatos, entre ellos los llamados «disidentes» Sergio Massa, José Manuel De la Sota o Mario Das Neves. Además se espera que los gobernadores peronistas (cuya gran mayoría son figuras políticas emergentes que sucedieron a grandes caudillos con al menos dos mandatos en el lomo) postulen a uno o dos aspirantes a quedarse con la Presidencia del partido.En el mismo escenario deberán converger otros pesos pesados: aún no se sabe qué será del futuro político del ex gobernador bonaerense Daniel Scioli ni hablar de la decisión que tomará la ex presidenta Cristian Fernández de Kirchner, a quien una amplia red de dirigentes la ven como la «conductora natural» del PJ hacia 2017 y 2019. 

FRAGMENTACIÓN Y DISPUTA INTERNA

En esta arena de fragmentación y disputa interna fuerte, también persisten interrogantes sobre uno de los gobernadores peronistas que mayor distancia tomó de la Rosada antes de la asunción de Mauricio Macri y que prosiguió con sus críticas al kirchnerismo: el salteño Juan Manuel Urtubey.Uno de los pocos que habló hasta el momento fue Jorge Landau, apoderado del PJ, quien reconoció que «las derrotas en el orden nacional y en Buenos Aires han originado -como no puede ser de otra forma- un fuerte debate interno».«El contenido de ese debate, que recién se inicia, incluye la explicación de por qué perdimos, en qué nos equivocamos, qué debemos corregir, cómo deberá ser la propuesta peronista para 2019, la estrategia electoral para 2017 y cómo debe ser un partido moderno», analizó el dirigente.