La imagen negativa del jefe de Gabinete trepó al 70% en apenas 45 días. En el Chaco renuncian hombres clave.
Jorge Capitanich tiene hoy un 70% de imagen negativa y su perfil se va desdibujando día a día tras las sucesivas desautorizaciones que se agravaron en las últimas semanas. El dato de las mediciones fue un golpe durísimo que directamente lo llevó a evaluar la conveniencia de seguir en el cargo, confirmaron a LPO fuentes del Gobierno.
Es que la idea de Capitanich al asumir el desafío de la jefatura de Gabinete era ganar en imagen y conocimiento para reforzar su proyecto presidencial. Lo que esta pasando es todo lo contrario: Su carrera política se ve seriamente amenazada por el feroz desgaste al que se ve sometido en un Gobierno cruzado de internas y que no logra ponerle un freno a la crisis.
Con un agravante: en Chaco las cosas están cada vez más complicadas. El vicegobernador a cargo, Juan Carlos Bacileff Ivanoff no lo consulta en lo más mínimo y sus funcionarios comenzaron a abandonar el Gobierno.
"Coki esta viendo en tiempo real la demolición de su imagen pública y el creciente desorden en su base territorial, corre el riesgo de quedarse sin nada", afirmó a LPO un dirigente del peronismo que lo conoce bien.
Esta semana renunció el ministro de Producción, Agricultura y Ambiente del Chaco, Enrique Orban, un fiel ladero de Capitanich, experto en ganadería, con carrera en el Senasa y encargado de llevar el día a día de las economías regionales, un sector clave en la provincia norteña.
“No sabemos por qué se fue Orban. Ahora tenemos pedida una audiencia con el gobernador pero nos dijo que primero tenía que tener ministro”, confirmó a LPO Pablo Orsolini, dirigente de la Federación Agraria y ex diputado radical.
Capitanich tuvo el cuidado de pedir licencia y si deja la Casa Rosada podría volver a la Gobernación. Pero con cada semana que pasa, retomar el control de su provincia se convierte cada vez más en una tarea titánica. Con un agravante: En 2015 no tiene reelección.
Era por eso que ante la oferta de mudarse a la Casa Rosada no lo dudó. Su plan consistía en realzar su imagen positiva y posicionarse como el sucesor natural de Cristina Kirchner.
En este mes y medio nada pudo estar más lejos de ocurrir: su imagen se desplomó y acaso más dañino, también empezó a deteriorarse su perfil de líder, tras las violentas desautorizaciones que sufrió de sus supuestos subordinados.
El primer golpe se lo propició Sergio Berni, cuando en contra de su anuncio envió gendarmes a detener la protesta policial en Córdoba. Luego fue y vino sobre una posible estatización de Edenor y Edesur y el anuncio de cortes programados, en medios de cruces con Julio de Vido, que lo trató poco menos de ignorante.
Esta mañana Capitanich tuvo que confirmar que no habrá cambios en el impuesto a los bienes personales, como él mismo había anunciado ayer, luego de un previo retroceso ente el titular de la Afip, Ricardo Echegaray. Ambos cayeron ante la humillante desautorización de Axel Kicillof, que claramente le está ganando la pulseada al chaqueño en conseguir el favor de la Presidenta.
De hecho, según pudo saber LPO, los funcionarios que trajo de Chaco a la jefatura ya acusaron el impacto y no ven un futuro promisorio.
Sobre todo porque Capitanich les confesó que la ausencia de Cristina este mes se repetirá en el resto del año. “La Presidenta no está bien de salud y ya no volverá a estar en el día a día”, aseguran en su entorno.
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