“El modelo alperovichista se desmorona. La corrupción y el descontrol administrativo de más de una década comienza a salir a la luz. Lo que ahora se conoce, de boca de un ex contratista de la DAU, es la consecuencia de las denuncias impulsadas por la senadora Silvia Elías de Pérez. Esperamos que más de una docena de causas que patrocinamos en los últimos años corran igual suerte. El Tucumán que viene debe ser el de la justicia y la verdad para terminar con el saqueo del patrimonio de todos”.

Con estas duras declaraciones, el diputado José Cano (Acuerdo Cívico) respaldó la denuncia penal impulsada por Elías de Pérez en contra del gobernador José Alperovich. La presentación tiene relación con la investigación de irregularidades en la Dirección de Arquitectura y Urbanismo, bajo la gestión de Miguel Brito, y tomaron nuevo impulso a partir de declaraciones del arquitecto Julio Villafañe. El profesional dijo denunció mediaticamente que cobró honorarios de esa repartición por haber realizado obras de refacción en la casa particular de la hija del gobernador.

“Hay una matriz de corrupción y nepotismo que se repite. Alperovich privilegió a su familia siempre y confundió el dinero de todos los tucumanos con su patrimonio. Lo hizo al hacer despedir a más de 20 odontólogos del PAMI para entregarle la cápita a su hija y a la cuñada de Beatriz Rojkés para facturar casi $ 3 millones en dos años. Lo hizo al colocar a su mujer con presidente del PJ y senadora sin que esta tuviera un solo antecedente en la vida política de ese partido. Lo hizo al nominar a sus parientes como ministros y diputados. La remodelación de la casa de su hija pagada con dinero públicos suma otro escándalo en una zaga que parece no tener fin”, insistió.

El referente opositor le reclamó a la Justicia que avance con las investigaciones que involucran hechos de corrupción de la actual administración. También reiteró que el Acuerdo Cívico propondrá, como una de las primeras medidas de gobierno de la próxima gestión, la reapertura de la Fiscalía Anticorrupción. “Debe haber límites y castigos por lo que está sucediendo. No es posible que haya chicos tomando clases en escuelas sin techo y que el dinero se utilice para hacer lujosas obras en las casas de los Alperovich. Es una vergüenza”, concluyó.