Pero en esta ronda de exposiciones, que conducen sin dudas a la aprobación del presupuesto 2016, cumplidos los trámites de rigor, no debe dejar de contemplarse que Mar del Plata ha sido declarada en emergencia tras la década ganada del relato K. Tal vez Bonifatti, no haya tenido otra salida que ensuciar el escenario, como única alternativa a su comprometida situación, lo que se llama habitualmente embarrar la cancha.

Mar del Plata ostenta una ubicación que no despierta la envidia de nadie. Está en el podio de las ciudades con mayor déficit de la provincia de Buenos Aires, y es necesario saber que resultan insuficientes los recursos que aportan los contribuyentes para sostener todo el andamiaje municipal, ergo, Mar del Plata se ha convertido en una ciudad dependiente del humor de Balcarce 50 y de la capital de la Provincia. Es así que pasa a ser subsidiada, en la medida que no genera los recursos propios para solventar sus gastos. El 50 % de las erogaciones son en gastos de personal.

El 2016 es un año de transición en la MGP, para descomprimir la asfixia económica y financiera, de una administración que se recibió con un alto giro en descubierto en el Banco de la Provincia, es cómo demasiado elevar los cuestionamientos hasta por una cuestión de prudencia política. Pero los espacios políticos hay que ocuparlos y siempre tienen algo para decir, no hay otra razón.

Que se haya objetado la eliminación del presupuesto participativo, raya el absurdo. La ejecución de los aprobados años anteriores no supera el 10 %, lo cual habla a las claras de una herramienta abstracta, convertida en inútil, precisamente por su falta de cumplimiento.

Es absolutamente necesario, que desde el vamos los polideportivos barriales sean arancelados, lo cual permitirá su mantenimiento y conservación de su valor. Hoy Mar del Plata está desatendida en servicios públicos de toda índole. No se puede incorporar estructuras de esa naturaleza al siga, siga, ya que conspira contra la misma seguridad de sus beneficiarios.

Santiago “El Changuito” Bonifatti dejó al borde del funcionamiento al EMVIAL, que demorará varios años en restaurarse, después de haber sido un ente modelo durante la gestión del ex intendente Blas Aurelio Aprile, que permitió ejecutar el 70 % de los planes Mar del Plata 2000 (I y II) de obras públicas aprobados por consulta popular.

No en vano, el mismo Pulti, recurrió al ingeniero José María Conte, para conducir el ente,  que luego vació el pretendido inquisidor de hoy, un papel que Bonifatti podría haberse ahorrado.

A buen entendedor pocas palabras bastan. María Eugenia Vidal endeudará a la provincia en U$S 1.000.000.000.- tras el manejo irresponsable de Daniel Scioli, en el cual el despilfarro y la corrupción no fueron la excepción sino la regla. Hay quienes se prendieron en ese modelo.