La dirigencia de ECO celebró la obtención del segundo puesto. “Esto es algo que no ocurría desde el año 2003”, destacó Lousteau.
“Hoy los porteños, todos, decidieron que va a haber ballottage”. La afirmación de Martín Lousteau, el candidato a jefe de Gobierno de ECO, llegó poco antes de las 9 de la noche, después de varias horas que combinaron incertidumbre y expectativa. Para ese momento, ya había una tendencia definitiva: Horacio Rodríguez Larreta, el candidato del PRO, había alcanzado el 45,6 por ciento de los votos, mientras que el ex ministro de Economía sumaba 25,6, una amplia diferencia de 20 puntos. Bastante más cerca de lo que en ECO hubieran querido, Mariano Recalde, del Frente para la Victoria, obtenía el 21,7 por ciento. Sin la compañía de sus socios a nivel nacional –el titular de la UCR, Ernesto Sanz y la jefa de la Coalición Cívica, Elisa Carrió– Lousteau ratificó varias veces en su discurso su vocación de presentarse en la segunda vuelta, para ahuyentar así los fantasmas de que podría desistir de competir debido a la gran diferencia de votos que lo separa del primero.
“Muchas gracias a todos los partidos que componen ECO, a la UCR, al Partido Socialista, a la Coalición Cívica, a Confianza Pública y al Partido Socialista Auténtico”, arrancó Lousteau su discurso en el coqueto bunker de Palermo donde ya habían esperado anteriormente el resultado de las primarias. A su lado en el escenario estaba su aspirante a vice, el lilito Fernando Sánchez, el socialista Roy Cortina, cabeza de la lista de legisladores, y su segundo Maximiliano Ferraro, entre otros. También estaba Graciela Ocaña, la contendiente de Lousteau en las PASO, que quedó fuera de carrera igual que el radical Andrés Borthagaray. Mezclado entre los simpatizantes se pudo ver al ex jefe de Gabinete de la Alianza, Chrystian Colombo, hombre del círculo íntimo de Lousteau. Más tarde llegó Lucas Llach, precandidato a vicepresidente de Sanz. Las dirigentes de la CC Fernanda Reyes y Rocío Sánchez Andía también se acercaron al Palais Rouge. Incluso estaba Manuel Garrido, que competirá por la candidatura a diputado en el frente Progresistas, que no integra ECO y lleva de aspirante a presidente a Margarita Stolbizer. A los festejos se incorporó también Mariano Genovesi, apoderado de la UCR y primer candidato a diputado nacional por Capital.
Analizando los primeros números, en el bunker de Lousteau calculaban que, respecto de las PASO, lograron retener sus 18 puntos, sumar gran parte de los cuatro que sacó Ocaña y también los poquitos votos de Borthagaray. Los puntos que faltan para llegar al 25,6, consideraban los radicales, vendrían de algunos votantes de Gabriela Michetti, que perdió las PASO por 19 a 28 frente a Rodríguez Larreta. Si bien remarcaban que el PRO pasó de sacar el 47,9 por ciento en las PASO a sacar el 45,6 en las generales, Lousteau no capitalizó buena parte del voto michettista.
“Siempre planteamos que la Constitución de la Ciudad permite una elección de tres etapas para profundizar cada uno de los problemas que tiene la ciudad y sus soluciones”, sostuvo anoche el ex ministro de Economía, en referencia a la mitad más uno de los votos que impone para evitar el ballottage. De hecho, muchos recordaban que Mauricio Macri nunca alcanzó el 50 por ciento para ganar en primera vuelta.
Más allá de que la diferencia con el FpV fue de cuatro puntos, anoche celebraban que “ECO es la segunda fuerza de la Ciudad de Buenos Aires”. “Esto es algo que no ocurría desde el año 2003, venían discutiendo siempre los mismos”, se envalentonó Lousteau, en referencia a que el kirchnerismo siempre había logrado el segundo lugar. Entre los cantitos y la batucada que sonaba incansablemente en el Palais Rouge, un grupo de radicales le dedicó unas estrofas al candidato a vicejefe de Gobierno de Recalde, el radical Leandro Santoro: “Qué boludos, qué boludos, que a Santoro, se lo meten en el culo”, le gritaron, enojados por el pase del líder de Los Irrompibles a la lista del FpV.
Sin hacer una referencia concreta, el diputado nacional habló en su discurso a las denuncias que recibieron dirigentes de su entorno en los últimos días de campaña. “Nos tocó enfrentar campañas sucias. Nos tocó enfrentar operaciones incluso el día de hoy”, dijo en alusión a las acusaciones sobre el presidente de la UCR Capital, Emiliano Yacobitti, por manejos irregulares con empresas proveedoras del Hospital de Clínicas. Apenas terminó de pronunciar esa frase, entre los militantes salió un grito: “Rial hijo de puta”. Era para el periodista Jorge Rial, que desde su cuenta de Twitter recordó el romance que el ex ministro mantuvo con la actriz Juanita Viale: “Algo anda mal con la boleta electrónica. A los que quieren votar a @GugaLusto la máquina le imprime esta boleta!”, escribió el periodista de espectáculos y subió la foto de la revista Paparazzi donde se los ve besándose dentro de un auto.
El líder de ECO también esbozó parte de lo que será su campaña de cara a la segunda vuelta, el 19 de julio. “Vamos a seguir insistiendo, vamos a seguir proponiendo debates área por área”, afirmó Lousteau, dando a entender que se focalizará en la cuestión local, evitando entrar en la disputa nacional. En buena medida eso pudo verse con la ausencia de referentes nacionales anoche. Sanz estaba concentrado en La Rioja y Corrientes, mientras Carrió, algo molesta con la actitud del ex ministro de Economía, que no se pronunció a favor de ella durante la campaña, prefirió pasar el día el Villa Elisa, La Plata. “Lousteau no es mi candidato, yo lo voy a votar pero él no dice lo mismo de mí”, le facturó la chaqueña este jueves. En el entorno de Lousteau señalaban ayer que, de cara al ballottage, la ausencia de Carrió en el escenario les vino bien: tienen que seducir al electorado kirchnerista que optó por Recalde, algo imposible de lograr con la chaqueña cerca.
El ex ministro de Economía anticipó que van a echar mano a uno de los caballitos de batalla de la campaña de la chaqueña, el tema de la transparencia y la corrupción: “Vamos a discutir no sólo las prioridades, sino los principios éticos con los que hay que administrar”, dijo y se quejó de que debieron competir “con dos Estados que han gastado una obscena cantidad de recursos”.
Los diputados porteños que seguro entrarán a la Legislatura son Roy Cortina, Maximiliano Ferraro, María Patricia Vischi, Diego García Vilas, Natalia Fidel, Marcelo Gouman y Marcelo Dipierro. La octava, que hasta anoche estaba disputándose un lugar con el macrismo, es Maricel Etchecoin Moro, una de las dirigentes más cercanas a Carrió.
Hasta entrada la noche el bunker estuvo casi vacío de dirigentes. Se empezó a poblar a medida que fueron llegando los militantes socialistas y radicales que venían de fiscalizar la votación. Finalmente cerca de las nueve salieron al escenario. La única presencia previa había sido a las 18.45 cuando salieron a pedir paciencia frente a algunos números que daban a Rodríguez Larreta ganando en primera vuelta. Finalmente, el macrista se quedó en el 45 por ciento y la militancia se cansó de cantar “Hay que saltar, hay que saltar, para Lousteau, hay ballottage”.
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