La intendente interina de Humahuaca, Candelaria Cari, aseguró en diálogo con la prensa que la situación en la ciudad estaba “normalizada” y “en calma”, aunque admitió que tras el crimen del joven Luis Condorí persistía entre los vecinos un clima “tan cambiante que en cualquier momento puede pasar algo”.

Cari asumió ayer luego de que los seis concejales de la ciudad aceptaron la renuncia que el intendente Roberto Lamas había presentado el pasado jueves, pese a que la retiró el viernes, tal como habían hecho tres ediles.

Al respecto, Lamas aseguró sentirse como un “chivo expiatorio” en el caso y señaló que la organización “Tití Guerra está logrando su objetivo de instalar que el intendente es el único culpable y desligar la mirada hacia ellos”.

Lamas también cuestionó al ministro de Gobierno, Oscar Insausti, “por no haber evitado esta tragedia” al no impedir el traslado de activistas de esa agrupación con armas y varios vehículos desde la capital a Humahuaca para tomar las tierras.

“Los verdaderos asesinos seguramente van a quedar sueltos, porque están logrando su objetivo de culpar al intendente”, advirtió.

Por su parte, el vicegobernador de la provincia, Guillermo Jenefes, sostuvo que “tanto el gobernador Eduardo Fellner y yo apostamos fuertemente a que se fortalezcan las instituciones, se respete la ley y la Constitución”.

Indicó que “todos aquellos violentos que quieran realizar, a costa del hambre de mucha gente, negocios inmobiliarios; sepan que tarde o temprano, el peso de la ley les va a caer, porque son responsables de muchos hechos que están ocurriendo en Jujuy”.

Jenefes aseguró que la destitución del intendente Roberto Lamas “es una renuncia sacada en forma presionada, y así no rigen las reglas de la democracia”. Adelantó además que antes de 60 días se deberá llamar a elecciones para elegir el nuevo intendente.