Boris Johnson urgió este jueves a indios y pakistaníes a hallar una solución duradera a su conflicto por la región, un día antes de la muerte de más de una decena de personas en medio de una escalada de violencia en la disputada región de los Himalayas.
Luego de reunirse con funcionarios paquistaníes, Johnson dijo a periodistas en Islamabad, la capital de Pakistán, que dependía de los dos países del sur de Asia, ex colonias británicas dotadas de armas atómicas, resolver la crisis, y que Londres no debía "prescribir una solución ni actuar de mediador".
El jefe de la diplomacia británica, que se entrevistó con el primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif, agregó que la disputa por Cachemira estaba dañando el desarrollo de los dos países y secuestrando sus economías.
"Miren esta zona, miren su increíble potencial humano en Pakistán y sus vecinos, e imaginen como sería el futuro si esto se solucionara. En ambas partes habría una mejor situación económica y comercial, una mayor penetración de mercancías, servicios y capital", afirmó Johnson.
En la India, en tanto, la Cancillería acusó hoy a Pakistán de violar el alto el fuego en su frontera en Cachemira, que rige desde 2003, en 27 ocasiones del 16 al 21 de noviembre, en varios casos con fuego de artillería y morteros pesados.
En rueda de prensa en Nueva Delhi, el portavoz de la Cancillería, Vikas Swarup, dijo que tropas paquistaníes dejaron que "terroristas" se infiltren en Cachemira, donde asesinaron a tres soldados indios y mutilaron el cuerpo de uno de ellos, que fue hallado el martes pasado.
India prometió tomar represalias luego del descubrimiento del cadáver del soldado, y ayer los Ejércitos de ambos países intercambiaron fuego de artillería a través de la Línea de Control, como se denomina a la frontera en Cachemira, profundizando una ola de violencia que ya dura varias semanas.
Los disparos indios alcanzaron un colectivo del lado paquistaní y mataron a nueve de sus ocupantes, mientras que otros 11 resultaron heridos.
Otros dos civiles paquistaníes y tres soldados también murieron.
Pakistán aseguró haber matado a siete soldados indios, pero no hubo confirmación ni denuncia del lado indio.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de India trasladó ayer su preocupación por estos incidentes al número dos de la embajada paquistaní en Nueva Delhi, Syed Hyder Shah.
Cachemira se encuentra dividida en un sector controlado por India y otro por Pakistán, pero las dos naciones reivindican su soberanía sobre todo el territorio y han librado dos guerras por este diferendo desde su independencia del Imperio británico, en 1948.
Una insurgencia islamista y separatista combate contra el control indio de Cachemira desde 1989, y Nueva Delhi acusa a Pakistán de apoyarla con armas y dinero. Islamabad niega esto, pero respalda políticamente a los insurgentes, a los que califica de "luchadores por la libertad".
La parte india de Cachemira es el único estado (provincia) de la India de mayoría musulmana.
Hoy, Sharif mantuvo una reunión con los máximos responsables de seguridad de Pakistán para revisar la situación en Cachemira y dijo que su país "nunca abandonará a nuestros hermanos cachemires en su lucha por la libertad", según informó su oficina en un comunicado.
El jefe de la Fuerza Aérea de Pakistán, Sohail Aman, advirtió también hoy a India que no haga escalar la situación hasta una guerra total y dijo que las fuerzas de su país "saben muy bien cómo lidiar con esto".
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