Máximo ordenó sus diputados retirarse, enojado por la represión en Jujuy. Se quedó sin nada.Aglaplata
Máximo Kirchner ordenó anoche a los legisladores de La Cámpora a retirarse de la negociación. Ese mandato causó estupor en el peronismo, justo en momentos en que se encaminaban a votar todos juntos todo el paquete: presupuesto (con endeudamiento y reforma impositiva).
LPO había adelantado que el camporismo había sorprendido esta semana buscando imponer a Fernanda Raverta en el lugar más importante de la Defensoría. Esa ambición se mantuvo hasta ayer, incluso llegaron a La Plata Eduardo ‘Wado’ De Pedro y Andrés Larroque para participar de las negociaciones en un hotel ubicado a metros de la Legislatura y la Casa de Gobierno. imponer ese cargo. La misión de De Pedro y Larroque era lograr que Raverta ocupe el lugar pautado para Guido Lorenzino.
Lo curioso fue que hasta pocos minutos antes de la sesión, La Cámpora estuvo muy cerca de bajar al recinto y votar todo. La unidad peronista que los intendentes fueron moldeando durante más de dos meses parecía concretarse. Ese consenso asomaba esperanzador para el armado peronista del año próximo.
Eran horas de tensión extrema en las negociaciones de ayer. Los intendentes planteaban que Raverta podía ocupar uno de los cargos de Defensor Adjunto, debajo de Lorenzion, pero a la agrupación de Máximo, eso no le cerraba. Como es costumbre, la postura era extrema: “Raverta en el lugar de Guido Lorenzino, o nada”, planteaban. Los intendentes no estuvieron dispuestos a ceder ese espacio y la tensión corría riesgo de caerse.
Pero las negociaciones llegaron a su fin cuando recibieron el llamado de Máximo Kirchner ordenando que se retiren de toda negociación y que voten en contra no solo el endeudamiento, sino también el presupuesto. La orden de Máximo causó estupor en el kirchenrismo más duro.
Hacía afuera expresaban otra cosa. Solo manifestaban disconformidad con los nombres elegidos para la Defensoría. Por eso los senadores de La Cámpora ni siquiera se sentaron en sus bancas al momento del tratamiento del Defensor. Esperaron dentro del recinto, a un costado, y recién se ubicaron cuando se empezó a tratar el presupuesto.
Al llegar al momento de argumentar el presupuesto, el camporista Santiago Carreras ni siquiera criticó los números pautados por Vidal para el próximo año. Sin speech preparado, sólo se limitó a manifestar que su bloque votaría en contra del presupuesto.
En Diputados, el bloque del Frente para la Victoria que contenía a camporistas y kirchneristas no camporistas quedó partido. Juan José Mussi se encargó de plantear su apoyo al presupuesto junto con los diputados Karina Nazabal, Marcelo Torres, Aníbal Regueiro y la camporista Marisol Merkel.
El poder de los intendentes
Sin dudas, los intendentes volvieron a mostrar su poder de fuego y su capacidad para lograr consensos. Esta madrugada, en el oficialismo destacaban el rol de cuatro alcaldes que fueron clave para las negociaciones: Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), Gabriel Katopodis (San Martín), Eduardo Bucca (Bolívar) y Juan Pablo De Jesús (Partido de La Costa).
“No hay dudas que los intendentes ganaron. Ellos conducen el peronismo por adentro”, explican desde la oposición.
Katopodis participó en prácticamente todas las reuniones que existieron. En territorio porteño, en los distritos del Conurbano y en La Plata. Fue categórico al momento de exigir una reducción del nivel de endeudamiento que solicitaba María Eugenia Vidal, pero al mismo tiempo fue cauto para evitar una ruptura final del peronismo. Tanto oficialistas como opositores coinciden que si la unidad no se pudo lograr fue producto de las exigencias de La Campora.
“El peronismo dio una clase magistral de madurez política. Ellos hicieron que la ruptura de anoche fuese moderada”, dijo a LPO un diputado de Cambiemos.
Sobre el rol de Florencio Randazzo no hay cuestionamientos fuertes en el oficialismo. A pesar de jugar fuerte forzando una reunión con el Ejecutivo para exigirle la vicepresidencia de la Cámara, en la Legislatura consideran que su derrota fue atenuada por las circunstancias. En definitiva, creen que a Vidal le sirvió postergar la aprobación del presupuesto en una alianza con Massa y el peronismo, justo en momentos en que Macri se cruzaba con esos mismos sectores por Ganancias.
Finalmente el ex ministro pudo mantener a Marcelo Feliú en el tercer lugar de poder de la Cámara. “Lo que hizo Florencio fue ‘zarandear’ para ver con quiénes podía contar. Algunos cayeron, otros quedaron”, dijo un legislador que responde al hombre de Chivilcoy.
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