Larroque prendió la mecha y el fuego no encuentra techo. Críticas a Kirchner y contragolpe camporista. Conducción indirecta y primeros cuestionamientos a La Jefa.
Por Macarena Ramírez
La tregua que habían firmado Axel Kicillof y Máximo Kirchner es historia. El estallido de la interna del peronismo kirchnerista de las últimas horas es tan virulento que alcanza a la cúspide y pone en el centro de la escena a Cristina Fernández de Kirchner, a quien algunos dirigentes se animan a cuestionar solapadamente por el ejercicio de una conducción delegada en intermediarios que “conspiran” contra el gobernador de Buenos Aires.
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Como entre las elecciones primarias y las generales de 2023, con el outsider Javier Milei caminando el ring después de haber embocado el primer uppercut, ahora, en el peronismo con base en el principal distrito electoral del país está todo roto.
La mecha la prendió el sábado el ministro Andrés Larroque -el lanzallamas designado en tiempos de fuego a discreción contra la Casa Rosada de Alberto Fernández- durante un acto que compartió con el gobernador en la Quinta de San Vicente. Allí apuntó contra quienes “conspiran” contra el mandatario y sembró la crítica a la forma de conducción que ejerce CFK a través de intermediarios y por WhatsApp.
Fue la señal de largada para una andanada de críticas que tuvieron al presidente del PJ bonaerense como blanco, pese a que ninguno jamás lo nombró con nombre y apellido. Entre otros, se anotaron en la lista el intendente de Ensenada, Mario Secco; el titular de la CTA, Hugo Yasky; y el exministro de Seguridad, Aníbal Fernández, unos de los primeros militantes del albertismo nonato.
El camporismo tuvo en el senador porteño Mariano Recalde y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, sus únicos exponentes para una defensa pública. El resto de la agrupación, fiel a su estilo, mantuvo el silencio verticalista pese a los reiteradas consultas de este medio.
Axel Kicillof y Andrés Larroque en la acto en la Quinta de San Vicente.
En defensa de Axel Kicillof
Letra P preguntó a dirigentes que están cerca del gobernador sobre los motivos de la abrupta escalada de la interna. Todos niegan que haya existido un hecho puntual y coincidieron en que se debe a “una acumulación” de “movidas contra Kicillof”.
“Pasaron todo límite. Hubo dirigentes de La Cámpora que forman parte del gabinete que estuvieron dando malas referencias del gobernador”, dijo alguien muy cercano a Kicillof.
Dirigentes con despacho en La Plata dicen que la agrupación liderada por el hijo de la expresidenta boicoteó la estrategia bonaerense en el último Congreso nacional del PJ. “Le jugamos de diez a Máximo en la reunión del PJ bonaerense en Cañuelas, cuando había muchos que la querían voltear o que querían ir por su lugar. Después, llegó el congreso nacional y en voz de Wado (De Pedro) fueron a operar en contra de Axel para que (la jefa de Asesores) Cristina Álvarez Rodríguez no quedara como presidenta interina, cuando era lo que correspondía”, lanzó un funcionario.
Parte de la dirigencia que circunda al gobernador afirma que genera gran molestia en el núcleo duro del camporismo la construcción transversal y “peronista” que está liderando Kicillof. “Están cada vez más cerrados, ya no representan ni a toda La Cámpora ni al kirchnerismo y menos al peronismo”, despotrican contra el diputado con butaca en el Congreso..
La conducción de CFK
“El problema es que Cristina hace rato inició un modo indirecto de conducción y eso ya cruje. Hay que maniobrar rápido porque nos tapa el agua”. La sentencia, impensada tiempo atrás en boca del dirigente que la pronuncia, explica el sentimiento de buena parte del peronismo que reconoce el liderazgo de La Jefa, pero que cree que es tiempo de una nueva canción.
Aunque la culpa es de quien le da de comer, el interlocutor apunta al chancho también: “El problema es grande cuando un dirigente se autopercibe Cristina. Una cosa es cuando te llama Cristina, y podés estar de acuerdo o no con ella, pero tiene unos cuantos méritos… ahora, cuando hay gente que cree que porque es de La Cámpora puede mimetizarse con Cristina estamos en problemas. Eso es lo que viene generando divisiones y tensiones”.
La expresidenta hace tiempo que no habla con muchos de los dirigentes que hoy se encuentran alineados con el gobernador, entre los que se cuentan intendentes, ministros y sindicalistas. Esas figuras se niegan a una conducción de ella a través de Kirchner y mucho más rechazan a segundas líneas camporistas. “Lo digo con dolor: lamentablemente, se va achicando la porción del peronismo que representa Cristina”, dijo a Letra P alguien con años de militancia y ferviente defensor de las políticas de CFK.
La Cámpora contraataca
La respuesta de La Cámpora llegó en la voz de Recalde. “El que cuestiona a Cristina está en algo rarísimo”, dijo en respuesta a Larroque, que antes había dicho que quien cuestionar a Kicillof desde adentro “estaba en algo raro”. El titular del PJ porteño -este martes será reelecto en una lista de unidad- dijo también que en 2023 el kirchnerismo no tuvo candidato propio, lo que le valió un cruce a la altura de la rodilla del massismo duro, representado por Sebastián Galmarini.
Aunque quiso minimizar el tema, la intendenta Mayra Mendoza se refirió también a las críticas durante una rueda de prensa tras una reunión del Consejo de Políticas de Género y Diversidad Sexual en La Plata. Dijo que no tiene palabras para responder “ante esa falta de respeto”, en alusión a quienes critican una conducción de CFK vía intermediarios.
Para ella son declaraciones que están “en el plano de la especulación política”, lo que considera “nefasto”. Con todo, dijo que hay que “minimizar” esas declaraciones porque “de lo que hay que hablar es del daño que está haciendo Milei”.
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