En diálogo con este medio, el gerente de Estrategia, Planificación e Innovación de CampoLimpio, Iván Diamint, dio a conocer algunas cuestiones inherentes a los grandes avances que se están haciendo desde esa asociación civil en relación al tratamiento de los envases de fitosanitarios.
Por Cristian Falabella.
Básicamente en el programa de manejo de envases vacíos trabajan en equipo, y están implementando en un sistema integral que contempla el desarrollo de Centros de Almacenamiento Transitorios (CAT), una logística integral, las recepciones itinerantes, la capacitación y concientización de todos los actores de la cadena y una trazabilidad de los envases vacíos para enviarlos a reciclar, recuperar, reutilizar y revalorizar, impulsando la economía circular para el beneficio de todos.
“Estamos trabajando en la ejecución de la ley 27.279 reglamentada en 2018, para que los envases de fitosanitarios no queden en los campos ni se descarten sin control. Es una ley de responsabilidad compartida en la que distintos actores de toda la cadena tienen una responsabilidad particular. CampoLimpio nació de esta necesidad para hacerse cargo de la gestión de estos envases y velar que se reutilicen y revaloricen”, aclara Diamint, destacando que trabajan con envases de plástico que es reciclable: “La mayoría son de polietileno de alta densidad”, describe.
“Nos adaptamos a la regulación nacional y a la de cada una de las provincias, para nosotros es importante trabajar en conjunto con las autoridades competentes. Tenemos que articular lo más posible”
“Nosotros congregamos a la mayoría del mercado de fitosanitarios. Tenemos unas 100 empresas”, relata y cuenta que el mayor inconveniente, antes de la regulación, era el desconocimiento de qué hacer con los envases. “Hay un tema cultural muy grande y cada uno de los productores hacía lo que le parecía con ellos. Hoy no se deja a criterio del productor sino que la ley marca que al máximo de un año hay que llevarlos a un sistema de gestión habilitado. Por ello tenemos 27 CAT en Buenos Aires y estamos llegando a casi 50 en el país entero”, detalla Diamint.
CampoLimpio es una asociación civil de capitales privados, financiada por las empresas que comercializan los productos químicos.
“La ley indica que se tiene que armar un sistema de gestión. En cada provincia se designa una autoridad competente que fiscaliza y controla. Luego todos los sistemas de gestión como el nuestro, que por ahora es el único, presentan su plan de trabajo con su logística. Las provincias aprueban ese plan, a veces con modificaciones, y luego se implementa. Hoy estamos trabajando en 16 provincias que ya aprobaron el plan, y la mitad lo hicieron este año”, explica el gerente.
Estos CAT se multiplican. En Junín, provincia de Mendoza, se inauguró el último hace 2 semanas. “Nos adaptamos a la regulación nacional y a la de cada una de las provincias, para nosotros es importante trabajar en conjunto con las autoridades competentes. Tenemos que articular lo más posible”, señala Diamint, de CampoLimpio.
La responsabilidad compartida pone en el aplicador, en el usuario, la obligación de llevar los envases para su tratamiento. El aplicador tiene un año para devolver los envases una vez que los compra. La ley plantea un sistema de trazabilidad y esto es responsabilidad del ministerio de Ambiente que registra todos los que compran envases y se deben devolver, aunque este sistema está en desarrollo aún.
“Necesitamos trabajar con todos. Aun no se están aplicando sanciones pero lo que hacemos para crecer es ofrecer capacitación, hacer presencia en territorios concientizando y haciendo llegar mensajes desde los medios. Llegamos a unas 17 mil personas este año, y el año pasado habíamos capacitado a 3500. Hacemos mucha difusión, con campañas y avisos en radios, televisión y medios online”, destaca.
Los envases, antes de ser entregados, deben pasar por un proceso de triple lavado determinado por normas IRAM y cuando llegan a los CAT están ya limpios en su mayoría.
El CAT más cercano es Suipacha, aunque también los hay en Carmen de Areco y Chivilcoy. “Además hay campañas de recepción itinerante, donde no hay CAT o la producción no es tan alta”
Del reciclado surgen elementos como varillas, postes, reductores de velocidad y otras demarcaciones viales, mientras que está en estudio la posibilidad de hacer nuevos envases con este plástico reciclado.
Consultado Iván Diamint sobre la participación de Mercedes y la región oeste bonaerense en las campañas, dijo que las capacitaciones son por Zoom y la idea es llegar a todo el territorio con ellas. En tanto explicó que el CAT más cercano es Suipacha, aunque también los hay en Carmen de Areco y Chivilcoy. “Además hay campañas de recepción itinerante, donde no hay CAT o la producción no es tan alta”, agrega.
Usos inadecuados
Lo cierto es que los envases deben descartarse obligatoriamente una vez por año, tras almacenarlos, ya lavados y perforados. Aunque se han visto distintos usos no adecuados e ilegales: “Hemos encontrado todo tipo de uso incluso como bidón de agua, lo que es mas que inadecuado. Por suerte esta ley se planteó y está prohibido hacer reutilización. Brasil está más avanzado que nosotros, ya que hace 20 años trabajan esto y están recuperando cerca del 90 por ciento de todos los envases”, según Diamint.
En cuanto a datos, vale destacar que si bien no tienen cifras precisas de consumo, sí saben que duplicaron lo que hicieron en 2020 y superaron en 8 veces lo de 2019. “Estamos trabajando y nos queda mucho por hacer. Trabajamos mucho por este tema ambiental, somos pasionales con esto y conscientes de las largas horas de trabajo que tenemos son para seguir avanzando”, completa Diamint.
Comentá la nota