El principal semáforo rojo para este año es el clima, que ya recortó la producción de soja y maíz 2021/22 en casi 20 millones de toneladas. La suba en las cotizaciones internacionales podría representar un alivio. Solo entre diciembre y enero, la oleaginosa trepó USD70
Los vencimientos de deuda para marzo ascienden a USD2.800 millones y el Gobierno nacional sigue de cerca cómo será el aporte de divisas por parte del campo. En el primer trimestre de 2021, y de acuerdo a estadísticas privadas, los principales complejos agroexportadores generaron, en concepto de retenciones, USD2.440 millones. El principal semáforo rojo para este año es el clima, que ya recortó la producción de soja y maíz 2021/22 en casi 20 millones de toneladas.
La suba en las cotizaciones internacionales podría representar un alivio. Solo entre diciembre y enero, la oleaginosa trepó USD70 en Chicago, situación que también se trasladó a los subproductos. De mantenerse este escenario de precios, el campo aportará hasta marzo un piso de USD2.400 millones en concepto de retenciones.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) advirtió que para la comercialización de 2022, la caída en los ingresos de derechos de exportación ascenderá a USD1.038 millones y el mayor recorte será por el lado del complejo soja, con un desplome de USD578 millones. En este listado, el maíz ocupa el segundo lugar, con USD205 millones; harina y pellets de soja dejarán de aportar USD162 millones y el aceite de soja recortará USD93 millones.
En el primer trimestre de 2021, el complejo soja lideró los ingresos por retenciones, con USD1.896 millones, seguido por la cadena maicera, con USD324 millones. El ingreso fuerte para el Estado, proveniente de la cosecha gruesa comienza a partir de abril, cuando fluyen los granos gruesos y aumenta el ritmo de entrega a la industria. Entre abril y junio del año pasado, la oleaginosa sumó USD1.973 millones en retenciones y el maíz USD414 millones.
En enero de este año, y de acuerdo a la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), los despachos de granos y subproductos al exterior cerraron en USD2.461 millones. En volumen, el retroceso fue de 8,8% en relación al mes previo, pero un 14% más si se compara con enero 2021.
El cuello de botella en el ingreso de dólares puede empezar a percibirse en abril. Si en febrero el clima no acompaña, tanto soja como maíz de segunda también se verán afectados. Este escenario impactaría de lleno en los subproductos de la oleaginosa, que son los que mayor valor agregado generan en el agro. Pero el salvavidas para la Casa Rosada puede venir a partir de la suba en las cotizaciones internacionales de los commodities, impulsada por las caídas globales en la cosecha de granos gruesos y con un poroto que en Chicago se encamina -una vez más- a los USD600 la tonelada.
El trigo logró esquivar este escenario de sequía y en parte permitirá sostener el ritmo de liquidaciones hasta marzo. En los tres primeros meses de 2021, aportó USD150 millones y para este año, se espera que supere esta cifra, a partir de una excelente cosecha, que fue de 22,1 millones de toneladas, de acuerdo a estadísticas oficiales. De ese volumen, se exportarán entre 12 y 13 millones.
En 2021, la BCR calculó que el complejo soja generó USD6.271 millones en retenciones, que representaron un 74% del aporte tributario de las principales cadenas de valor granario.
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