La familia Quintana denunció por primera vez a Tecpetrol hace un año por la contaminación en su campo, ubicado en la zona de El Tordillo. El impacto sobre el suelo ha complicado la cría de ganado, además temen que el agua que utilizan esté contaminada.

Pedro Quintana hizo la denuncia ante el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Chubut el 1 de agosto de 2012. “Vinieron inspectores el 2 y 3 de agosto. Mis padres los llevaron a los lugares que habíamos detectado con petróleo derramado”, repasó su hija, María José.

En diálogo con Diario Patagónico, María José Quintana explicó que la estancia es para Tecpetrol “un tacho de basura”. El campo está ubicado dentro de las áreas que la compañía del Grupo Techint se hizo cargo a mediados de 1991 (El Tordillo, La Tapera y Puesto Quiroga).

“Había un pozo inyector que tenía pérdida de agua de formación que estuvo saliendo de mayo hasta agosto por el casing. Estaba saliendo tipo spray, lo más peligroso era que se filtre porque el agua de formación tiene muchos químicos. El terror es que se mezcle con el agua dulce o el agua potable”, señaló.

“Cuando hicimos la denuncia, le pusieron una especie de manguera que llevaba el agua a un tanque y que quedó constatado por los inspectores. Estuvieron un mes hasta que lo pudieron desagotar”, indicó. Ese pozo fue clausurado por Medio Ambiente y luego abandonado por la empresa.

Sin embargo los problemas son varios y de larga data: muchos derrames de hidrocarburos, cañerías que se rompen por la corrosión, aguas de formación en lagunas. Además, los animales han quedado empetrolados por estas situaciones o atrapados entre las cañerías.

En la estancia hay más de un centenar de animales, entre vacas y toros, y un problema frecuente ocurre en el verano cuando caen en las lagunas de petróleo seco. Pasar por esa situación y el propio hidrocarburo hace que el desarrollo de los vacunos, especialmente el de los terneros, se deteriore.

SOLUCION SUPERFICIAL

Los derrames que fue detectando la familia en el lugar eran dejados hasta que la tierra, que es muy arenosa, terminaba absorbiendo el petróleo, que viene con mucha agua. “Parece que desaparece, pero en realidad está ahí”, dijo María José Quintana.

Después de la denuncia, Tecpetrol comenzó a levantar la tierra con crudo.

“Queremos que cesen este tipo de incidentes constantes. Lo ideal sería cortar la causa que los generan, no seguir parchando. Derrames hay todo el tiempo, y donde hay derrames se impacta y se deja de producir pasto”, señaló.

Los derrames son frecuentes en varias compañías petroleras con operaciones en la provincia de Chubut y en cercanías de Comodoro Rivadavia. Y esto tiene vinculación directa con el nivel de desinversión de las empresas, particularmente en las cañerías y en las tareas de saneamiento.

Tecpetrol aduce que las operaciones en la zona son normales. Un año después, el único cambio que ven los Quintana es que la operadora levanta los derrames y los lleva a un repositorio. Del resto de los problemas solo hay promesas, por lo que se cuestiona que la empresa minimice el tema.

Además, la compañía desconoce a la familia y su campo. De hecho, los Quintana no reciben el pago de servidumbres que establecen la Ley Nacional de Hidrocarburos 17.319 y los decretos nacionales vigentes. Consiste en el pago de un canon al productor agropecuario porque su campo está afectado por instalaciones de la industria petrolera.