Con un escenario de menor ingreso de divisas en la recta final del año, el oficialismo podría subir en tres puntos los derechos de exportación en cereales. Para hacerlo, no necesita pasar por el Congreso.
El maíz de la campaña 2021/2022 se encamina hacia una producción récord, con proyecciones alcistas para su cotización en Chicago y un posible incremento en los derechos de exportación para el cultivo. Los analistas privados estimaron que en la recta final del año la economía nacional enfrentará un escenario ajustado de ingresos de divisas y, ante esa necesidad, estiman una posible suba de tres puntos en las retenciones para los cereales. En tanto, funcionarios del Ministerio de Agricultura no descartaron la posibilidad.
De cara a una nueva campaña agrícola, uno de los interrogantes radica en una modificación del actual sistema de derechos de exportación. En el caso de maíz y trigo, tributan un 12% y de acuerdo al texto de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, se pueden llevar al 15% sin necesidad de pasar por el Congreso. En el evento "A Todo Maíz y Sorgo" y al analizar las posibilidades, el consultor Pablo Adreani advirtió que existen "altas probabilidades que se aumenten retenciones", mientras el secretario de Agricultura, Jorge Solmi, señaló: "tenemos que analizarlos en el contexto, ese 3% no tendría efecto por las variaciones en el precio internacional de los granos".
En una estimación reciente, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), proyectó que el área del cereal crecerá un 7,5% en relación a la campaña anterior y alcanzará las 7,1 millones de hectáreas. En este nuevo ciclo, el maíz consolida su papel de principal cultivo, dejando atrás a la soja. El escenario internacional en materia de precios es más que favorable, en un combo que contiene factores climáticos y comerciales.
Con una sequía que pega de lleno en la producción maicera norteamericana y una demanda china consolidada, Adreani anticipó "una suba inminente en los precios de Chicago, por las posiciones compradoras de los fondos de inversión". A este factor, añadió que desde septiembre del año pasado hasta julio el mercado se mantuvo firme, situación que permite vislumbrar valores en alza. Otra señal que corrobora esta tendencia es la caída de la producción maicera en Brasil, que según fuentes públicas y privadas deberá importar entre 2,5 y 4 millones de toneladas, para poder avanzar en la producción de carne vacuna.
Esta situación se refleja en las compras de los exportadores, que hasta el momento se hicieron de casi 36 millones de toneladas del cereal de la nueva cosecha. Sumado al remanente de la campaña anterior, Adreani vaticinó que la industria estará bien abastecida y por lo tanto no presionará los precios en el ámbito doméstico.
Guillermo García, vicepresidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) puso en números las perspectivas de la cadena de valor maicera. Con el actual volumen de exportación proyectado para el grano de la campaña 2021/2022, Argentina se consolida como el segundo exportador mundial, con más de 100 destinos. En este contexto, remarcó que una de las principales dudas radica en cuanto se extenderá la bajante del Paraná, que representa un fuerte incremento en los costos de logística y que empiezan a percibirse en el precio del cultivo a nivel nacional.
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