En el sinfín de acusaciones, hay de todo y todo se niega: también una supuesta afición a la bebida del candidato colorado Cartes, el favorito, o los amores extraconyugales que habría tenido el candidato liberal Alegre, el contendiente.
En plena carrera electoral para las elecciones del 21 de abril en Paraguay, la ventaja que el candidato por el Partido Colorado, Horacio Cartes, le lleva al postulante liberal, Efraín Alegre, se habría acortado, lo que permite aventurar un final de campaña parejo. De acuerdo con el calendario electoral, desde ayer no se pueden publicar más sondeos y los últimos conocidos han sido criticados como poco confiables, por lo que se hace difícil pronosticar un resultado.
El diario ABC Color se basó el viernes en un estudio de la consultora First Analisis y Estudios, cuya metodología algunos han cuestionado, para asegurar que Cartes cuenta con una intención de voto del 37,6 por ciento frente al 31,7 por ciento de Alegre. El sondeo mostró también al izquierdista de la agrupación Avanza País y ex presentador de televisión, Mario Ferreiro, en tercer lugar con 10,9 por ciento de la intención de votos, y a Aníbal Carrillo, el candidato del destituido presidente Fernando Lugo –desplazado de su cargo en junio tras un juicio político que llevó a Paraguay al aislamiento regional– con el 1,9 por ciento. La encuesta fue elaborada antes del pacto que el Partido Liberal Radical Auténtico (Plra) de Alegre consiguió el miércoles con el conservador partido Unión Nacional de Ciudadanos Eticos (Unace) del fallecido militar y candidato, Lino Oviedo, que pidió a sus bases darle el “voto útil” al candidato liberal. El director de la consultora, Francisco Capli, sumó el 7,1 por ciento que su estudio daba al candidato de la Unace, el sobrino homónimo de Oviedo, para asegurar que Alegre todavía puede ganar.
Aunque es difícil conocer cómo recibió el electorado el pacto entre el candidato del Plra, que se define de “centroizquierda”, con un partido de ultraderecha como el Unace, que fundó Oviedo como escisión del conservador Partido Colorado. El rotativo Ultima Hora publicó otra encuesta elaborada a través de la red social Facebook, según la cual Alegre “se impuso” con el 45,17 por ciento de los votos, seguido de Cartes con el 43,32 por ciento.
Más allá de los sondeos, entre los candidatos abundan las acusaciones que incluyen desde vínculos con el narcotráfico y desvío de fondos públicos hasta amoríos y afición a la bebida. Alegre repite sin tregua que él representa el Paraguay decente mientras que Cartes al de “la piratería, el contrabando y las mafias”. Una asociación de derechos humanos pidió a la Fiscalía que investigue los delitos imputados a Cartes y en las librerías apareció un libro llamado La otra cara de HC, que da cuenta sobre sus supuestos vínculos con el narcotráfico, el contrabando y el lavado de dinero. El candidato colorado, un político reciente que ingresó al partido en 2010 y que es dueño de un emporio integrado por una veintena de empresas, sistemáticamente niega la acusación y acusa a los liberales de una “guerra sucia” plagada de mentiras.
Pero fue este candidato quien sacó a la luz presuntas irregularidades del pasado de Alegre como ministro de Obras Públicas, puesto del que Lugo lo destituyó a mediados de 2011 acusándolo de “prebendarismo”. Según los colorados, 25 millones de dólares de fondos públicos se perdieron en la concesión de unas obras que nunca se ejecutaron, durante el período ministerial del ahora candidato. La Comisión Ejecutiva del Partido Colorado se reunió el viernes para estudiar el impacto del acuerdo entre Alegre y la Unace, y en un comunicado que publicó ayer el diario Ultima Hora el partido alertó de la posibilidad de fraude electoral y llamó a sus partidarios a una vigilia nacionalista y patriótica. “Enfrentamos un régimen que está dispuesto a llegar a cualquier extremo para perpetuarse en el poder y no rendir cuentas de sus actos ante el glorioso pueblo”, alertó la cúpula colorada. El pacto entre Alegre y los herederos de Oviedo significa que ambos suman más apoderados en las mesas electorales y, según Cartes, fue posible gracias a la compra de unas tierras, por 15 millones de dólares, que el gobierno habría hecho en plena Semana Santa a una empresa de la que es accionista el padre de un líder de la Unace. En el sinfín de acusaciones, hay de todo y todo se niega: también una supuesta afición a la bebida del colorado o los amores extraconyugales que habría tenido el liberal. Por su parte, Ferreiro pidió ayer a la ciudadanía no dejarse engañar por la supuesta pelea entre los candidatos de los dos partidos tradicionales de Paraguay. “Simulan que se pelean para después del 21 de abril repartirse el país entre ellos”, afirmó a través de un comunicado. Resaltó que los dos grandes partidos se acusan unos a otros corruptos, de bandidos y de ladrones. “Y posiblemente están en lo cierto, porque toda la vida han hecho eso”, agregó.
En medio de las denuncias, la Mesa Memoria Histórica, una asociación de víctimas de la dictadura de Alfredo Stroessner en Paraguay (1954-89), repudió ayer a través de un comunicado al candidato presidencial colorado por defender que aquella fue una época de “orden y progreso” para el país. “Este gesto representa una afrenta a las más de 100 mil víctimas de la dictadura, a miles de exiliados y sus descendientes y un desprecio a los más elementales derechos humanos y a los valores democráticos”, insistió. Estas son las primeras elecciones paraguayas en las que habrá voto en el exterior y la misión de observadores de la Organización de Estados Americanos (OEA) verificará el voto de los paraguayos residentes en la Argentina y Estados Unidos, dos de los tres países donde se votará, informó ayer una fuente oficial. El censo electoral tiene registrados a 16.149 electores paraguayos en Argentina, a 4.037 en España y a 1.795 en Estados Unidos. La misión inició esta semana su despliegue final en Paraguay.
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