Los postulantes presidenciales aceleran luego del parate por el Mundial. Las estrategias de cada uno de acá a fin de año, del oficialismo. Sin mitines políticos tradicionales, muchos disfrazan el proselitismo con los actos de gestión
Pasó el mundial de fútbol, y la atención de la opinión pública regresa a la cotidianidad. Los autopostulados para la carrera presidencial vuelven a salir del punto muerto al que los obligó la cita ecuménica y aceleran. De acá a fin de año seguirá el proceso de instalación, y quienes cumplen funciones ejecutivas maquillarán la campaña en los actos de gestión.
En el oficialismo son muchos los que expresaron la voluntad de quedarse con la cucarda del heredero. Cinco de ellos se muestran activos, aunque no todos llegarán a la definición de las PASO. Algunos entraron en la competencia para no dejar la ruta tan libre a Daniel Scioli o Florencio Ran-dazzo, quienes aparecen hoy como los principales actores de la interna oficialista. Con matices, ninguno de los dos representa el paladar exclusivo del ultrakirchnerismo.
Con el esquema ya conocido de José “Pepe” Scioli y Eduardo Camaño como responsables del entramado nacional (el primero visible y el segundo en las sombras), Scioli recarga sus compromisos en el interior. El pasado sábado estuvo en Neuquén, invitado por el gobernador, Jorge Sapag. Probablemente el sábado 26 visite Tucumán, para una actividad organizada por su hermano Nicolás. El mismo día también estaría en el Conurbano bonaerense.
“La campaña arrancará más adelante, pero ahora se intensifica la recorrida por el interior, que quedó un poco parada por el Mundial y, sobre todo, por el problema con los fondos buitre”, reconocieron en Gobernación. Tras la ratificación del fallo de Thomas Griesa, Scioli se mostró alineado con las decisiones del Gobierno nacional, entendió que no era momento de mostrarse demasiado como candidato y se tomó un descanso para renovar fuerzas.
Con la apuesta por el impacto que provocarían antes de fin de año las inauguraciones de la ampliación de la autopista Buenos Aires-La Plata, la ruta 6, el puerto de Ensenada-Berisso y una serie de Unidades de Pronta Atención Sanitaria, además de “los convenios por la Policía Comunal”, el jefe del Ejecutivo provincial tiene a sus hermanos y a su esposa, Karina Rabolini, como embajadores permanentes de la gestión fuera del territorio que comanda.
Para el jueves 24, el Gobernador convocó a trescientos dirigentes de su espacio en el SUM de la Gobernación. El objetivo: ultimar detalles de la campaña, bajar línea discursiva y coordinar acciones.
En la Ciudad de Buenos Aires se extienden las charlas y recorridas para posicionar a Gustavo Marangoni como candidato a jefe de Gobierno; y en la Provincia se intensifica el armado de las mesas en los distritos donde gobierna el massismo, con el objetivo final de reclutar a todos los fiscales necesarios para las primarias. En los municipios donde gobierna el oficialismo “no se jode a nadie, la táctica es la seducción, no el armar para negociar”, confirmaron en el sciolismo.
Scioli tiene a “su” postulante para sucederlo. Del Gobernador depende la contención de Martín Insaurralde, a quien en la Rosada se lo adosan exclusivamente. De todos modos, y fiel a su estilo, el ex motonauta habla con todos, y la semana pasada se reunió con Los Oktubres.
No obstante, este grupo de intendentes que posiciona a Juan Patricio Mussi para el sillón de Dardo Rocha aparece más cercano a las opciones ultra K, como la de Sergio Urribarri. El gobernador de Entre Ríos detuvo un poco la campaña por las inundaciones que provocó la subida del río Paraná, pero retomará pronto la agenda, y con el mencionado grupo de alcaldes como punta de lanza en territorio bonaerense. Ellos le irían armando las visitas en la Provincia. Urribarri también busca hacer pie en las provincias donde manda un colega K.
Randazzo, Domínguez y Rossi
El ministro del Interior, Florencio Randazzo, busca crecer en las encuestas a partir de su gestión como responsable del transporte y de la documentación de los ciudadanos. Pero ahora agregó un aliado: el titular de la Anses, Diego Bossio, quien aspira a ser Gobernador. “Juntos se potencian”, creen en ambos sectores.
Están convencidos de que “la mejor campaña es patear con la gestión” y, como la mayoría de los postulantes, por ahora no tiene previsto un acto político partidario. Además, realizar una convocatoria de estas características podría generar dentro del Gobierno más problemas que beneficios.
Los soldados del randazzismo sí intensifican el armado político para el jefe, y se re-parten la provincia de Buenos Aires por secciones. Así, Marcelo Feliú es responsable de la Sexta; Germán Cestona y Jorge Rodríguez Erneta de la Quinta; Eduardo di Rocco de la Segunda; Mario Caputo y Gonzalo Bagú de la Séptima; y Justo Chaves de la Octava. El propio Randazzo se encarga de la Cuarta, y en el Conurbano la cuestión pasa por cada municipio. Estos dirigentes tienen, además, asignadas provincias donde se ocupan de atar acuerdos para el ministro. Por caso, Di Rocco es el responsable de Córdoba. Eso sí, aclaran que “son bajadas para coordinar acciones, trabajos; de ninguna manera para generar internas”.
Julián Domínguez, otro de los que sueñan con la Rosada pero con el doble propósito de instalarse también en la carrera provincial, acrecienta sus visitas tanto al interior bonaerense como a otras jurisdicciones. Estuvo el sábado en Coronel Dorrego, en una actividad organizada por Analía Richmond, y visitará Saladillo el 10 de agosto, de la mano del diputado Walter Abarca.
El titular del denominado grupo San Martín, con un discurso basado en la continuidad del modelo K y el reconocimiento a la conducción de Cristina Fernández, plantea en la mesa de debate cómo debe ser el peronismo del centenario y apuesta fuerte al norte del país. De hecho, el 17 de agosto se prepara el gran encuentro del espacio en Santiago del Estero, ciudad en la que Domínguez pretende instalar en el futuro la capital del país.
Para la construcción de base, los dominguistas iniciaron la campaña “formadores de formadores”. Cada uno lleva una planilla, que debe llenar con diez adherentes, y a la vez cada uno recibe la misma planilla, para seguir con el proceso en cadena.
El ministro de Defensa, Agustín Rossi, otro de los anotados, dio el puntapié inicial de su recorrida por la provincia de Buenos Aires con actos oficiales en Bahía Blanca y La Plata, donde combinó la actividad política. Rossi sabe que es difícil la aventura, y tiene en claro el rol que cumple su candidatura hacia el interior del FpV. No obstante, el posicionamiento también le sirve, y trabaja por ello.
“Estoy tratando de seguir con la recorrida que estoy haciendo, más intesa, por todo el país, incluyendo las distintas provincias, con algunas actividades que tienen que ver con mi gestión como ministro. Y a eso le sumo alguna actividad que tenga que ver con la política. Entiendo que en esta etapa tengo que tratar de recorrer todo el país e ir expresando cuáles son mis opiniones o cómo veo yo el futuro de los argentinos”, expresó el ministro a La Tecla.
Todos están en carrera, y aceleran. La primera meta es ver cómo llegan posicionados cuando este año dé las hurras.
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