En una escena que parece sacada de un episodio de un programa de televisión sobre acumuladores compulsivos, la historia de una pareja en el barrio Limache de Salta ha dejado a muchos perplejos.
Tras años de acumulación ininterrumpida, su hogar se convirtió en una montaña de basura, tanto dentro como fuera de la vivienda, con los propietarios incluso durmiendo en el techo para evitar el abrumador amontonamiento de residuos.
Martín Miranda, secretario de Ambiente y Servicios Públicos, reveló detalles impactantes sobre este operativo de limpieza en diálogo con Nuevo Diario. "60 camiones de basura en Guimaches solamente, es una locura", expresó Miranda, subrayando la magnitud del desafío al que se enfrentaron. Este descomunal volumen de residuos, acumulado a lo largo de más de 16 años, representaba una carga pesada tanto para los afectados como para la comunidad en general.
La resistencia inicial de la pareja a deshacerse de su montaña de basura reflejaba una percepción distorsionada de lo que poseían. Consideraban que podían vender estos desechos, sin darse cuenta del grave problema que enfrentaban. Solo a través de una orden judicial pudieron intervenir las autoridades para abordar este problema, lo que destaca la complejidad legal de este tipo de situaciones.
Pero el caso del barrio Limache no es único. Miranda señaló que, si bien otros casos no alcanzan la misma magnitud, existen acumuladores de diversos tipos de residuos en toda la ciudad. Desde chatarra hasta neumáticos, la problemática de la acumulación compulsiva es un desafío persistente que la municipalidad está abordando activamente.
Además de enfrentarse a la acumulación compulsiva, la ciudad de Salta se enfrenta a otros desafíos ambientales, como los microbasurales crónicos que persisten en toda la ciudad. A pesar de los esfuerzos por erradicarlos, muchos de estos puntos vuelven a surgir repetidamente, destacando la necesidad de una acción sostenida y coordinada para abordar este problema.
Hacia una gestión integral Miranda recordó la falta de políticas concretas de gestión de residuos durante la gestión de Bettina Romero y lo que dejó la misma: una separación de residuos que en la realidad nunca funcionó. De ahí la importancia en la planificación efectiva y real del manejo de pasivos en la ciudad. Miranda reveló planes ambiciosos para transformar el sistema actual en una gestión integral que promueva la separación en origen y el reciclaje. Proyectos de corto, mediano y largo plazo están en marcha para modernizar la infraestructura de tratamiento de residuos y promover una cultura ambiental más consciente y sostenible entre los habitantes de Salta.
Al respecto, el funcionario municipal aseguró a este medio que actualmente el municipio está implementando medidas educativas y de control para abordar esta problemática de manera integral.
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