Días atrás la actual Jefa de ANSES Dolores, Daniela Arrabit, denunció al anterior titular del organismo nacional con asiento en nuestra ciudad, Facundo Celasco, por presunta violencia de género tras una acalorada discusión que los dos habrían tenido en la oficina de la primera, lo que devino en una suspensión de actividades de Celasco en su puesto de trabajo y la continuidad de la causa judicial pertinente.
Según trascendió Arrabit y Celasco habrían tenido un intercambio fuerte de palabras, y a partir de ello la Jefa de ANSES judicializó esa cuestión, difícil de poder dilucidar, habida cuenta que no habría habido nadie más en la sede del organismo en ese momento. Apenas la presencia de un custodio de la Policía Federal, el cual no habría escuchado nada al estar lejos de la oficina en la que se sucedieron los hechos.
Los trascendidos hablan de un supuesto reclamo de Arrabit por no haber marcado su tarjeta de ingreso o egreso por parte de Celasco al trabajo, mientras que éste le habría recordado el supuesto cobro in debido de su primer sueldo como Jefe de ANSES correspondiente a un mes en el que todavía no estaba en funciones.
Todo esto habría desencadenado el “pase de facturas” en otras cuestiones de índole político (Arrabit está en Cambiemos y Celasco en el Frente para la Victoria), lo que a la postre habría generado una fuerte discusión de dos personas con posturas antagónicas.
Las situaciones de malestar laboral en ANSES Dolores son más que manifiestas, ya que conviven allí referentes que responde a Camilo Etchevarren, a Facundo Celasco, a Alfredo Meckievi, a Simón Barraza, e incluso a Juan Pablo García. Un grupo más que heterogéneo, con diferentes visiones políticas, que logran que el ambiente que se respira en el lugar no sea el más propicio para trabajar en un clima distendido.
La denuncia de Arrabit seguirá su curso, aunque difícilmente la titular del organismo en el orden local logre su propósito de que Celasco sea desafectado en forma permanente de su puesto en ANSES, ya que es vox populi que desde que asumió en el cargo, a la referente y a todo el espacio de Cambiemos de Dolores que responde a Camilo Etchevarren los desvelan el objetivo de que el otrora Jefe no trabaje más allí, y la mejor estrategia era una denuncia de este tenor, la cual – de prosperar – justificaría su despido con causa.
El problema es que al no haber testigos todo queda en las palabras subidas de tono entre dos personas con peso político propio, situación que ni siquiera debería estar judicializada, aunque entre tanto manoseo e intereses de por medio, no se descarta de plano que mágicamente aparezcan testigos en favor de Arrabit, que serían precisamente quienes responderían a los intereses del Intendente Municipal Camilo Etchevarren.
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