No solo habrá reemplazos en las autoridades ministeriales, sino que también se crearán nuevas áreas, redefiniendo las que están y recuperando algunas que habían quedado de lado.
Los rumores ganan fuerza y los cambios en el gabinete provincial están a la orden del día. A las salidas “programadas” de Malec y Vila en Trabajo y Educación se podrían sumar otras incorporaciones.
Es que, tal como pasa en el fútbol, a veces no alcanza con meter cambios en las formaciones y la situación amerita modificaciones en los esquemas.
En ese marco, Mariano Cascallares, extitular del Instituto de Previsión Social, intendente de Almirante Brown, diputado electo por la Tercera Sección Electoral, podría asumir la banca para pedir inmediatamente licencia y jurar luego como ministro de Trabajo en lugar de Mara Ruiz Malec.
El caso de Vila es algo más complejo, porque son varios los que aspiran a su lugar. El que menos chance tiene de hacerlo es Lino Barañao, cuya imagen quedó resquebrajada luego de que mantuviera su cargo al frente de la cartera de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación durante la presidencia de Macri, en donde el ministerio fue degradado a secretaría.
Durante los últimos días ganó muchísima fuerza el nombre de Alberto Sileoni, persona de extrema confianza de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández, y de dilatada trayectoria en lo relativo a las carteras educativas. Su llegada es una de las más probables, aunque no está confirmada. Quien mira de reojo lo que con él suceda es la subsecretaria de Educación de la Provincia, Claudia Bracchi, segunda al mando en la cartera educativa y que bien podría ofrecer nuevos aires al área, manteniendo la línea impuesta por su antecesora. Su nombramiento sería lógico, pero dependerá de si el golpe de timón que el gobernador pretende en materia educativa debe ser gradual o intempestivo.
Hasta acá no hay novedades, la información es la que se maneja desde hace algunos días y que fue puesta de manifiesto en estas mismas páginas, pero la creación del Ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires, algo que diario Hoy anticipó hace más de un mes, podría hacer desembarcar en la Provincia a una diputada nacional.
Daniela Vilar, diputada electa en 2019 con mandato hasta 2023 y esposa del presidente de la Cámara baja bonaerense, Federico Otermín, podría ser la elegida para comandar esa área, que nunca terminó de afirmarse dentro de la estructura provincial, y más en un contexto en donde los temas de ecología y cuidado del ambiente están en la agenda de todas las administraciones, ya sean municipales, provinciales o nacional.
La legisladora ha hecho que su gestión en el Congreso se enfocara centralmente con temas vinculados al ambiente, lo que la calificaría para el cargo para el que se la postula y con el que la Provincia pagaría una vieja cuenta y cumpliría el sueño de Osvaldo Mércuri, otro que supo ocupar el lugar que hoy tiene el marido de Vilar.
Finalmente, también la Provincia podría recuperar una figura que perdió hace ya un tiempo, la del Instituto Cultural Bonaerense. En este caso, el área no tendría el escalafón que le otorgaría la categoría de ministerio o secretaría, pero separar la parte de cultura de la cartera de Producción bonaerense le otorgaría cierta autonomía y aliviaría las cargas que en este sentido tiene el área comandada por Costa.
Quien ocuparía la titularidad de este sector sería una platense. La exdecana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social termina su mandato como diputada provincial el 10 de diciembre próximo, y aunque hoy es directora ejecutiva del Consejo Provincial de Coordinación con el Sistema Universitario y Científico, la presidencia del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires podría tomarse como un reconocimiento al trabajo realizado en el territorio buscando revertir el cimbronazo de las PASO.
Para poder llevar adelante estos cambios en el esquema, el gobernador deberá pasar por la Legislatura para que se aprueben los cambios en la Ley de Ministerios, por lo que lo lógico sería
que los mismos se den tras la asunción de las nuevas autoridades y con un mapa legislativo más favorable.
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