Tomás Gerpe renunció a la subsecretaría de Pesca luego de la salida de Ricardo Buryaile de Agroindustria. Lo reemplazará Juan Manuel Bosch, quien venía siendo el Director Nacional de Coordinación y avaló medidas contrarias a la Ley Federal de Pesca.
Al cierre de esta columna todavía no estaba oficializado el dueño el sillón caliente que dejó Tomás Gerpe en la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura. El vendedor de pescado se fue con más sellos en el pasaporte que éxitos en los casi dos años de gestión. Argentina no tiene política pesquera sino una colección de improvisaciones que maquilla de exitosa la bonanza del langostino.
La salida de Ricardo Buryaile del Ministerio de Agroindutria alimentó por un tiempo el sueño de Ricardo Negri por avanzar de casillero y pasar de Secretario a Ministro. Pero los antecedentes de Luis Miguel Etchevhere, evasión impositiva y trabajo esclavo en sus campos entrerrianos no fueron impedimento para que este martes jure como flamante ministro.
Sin el respaldo de su cuñado, que tuvo que aceptar como premio consuelo ser director de Senasa, Gerpe no tuvo más respaldo para seguir acumulando millas para visitar ferias internacionales de pescados y mariscos donde recordar su viejo oficio.
Los peces gordos de la pesca marplatense intentaron hacer tallar a su delfín. En realidad el de José Moscuzza, que después de haber colocado a Oscar Fortunato como representante del Poder Ejecutivo en el Consejo Federal Pesquero, creía en la chance que Lisandro Belarmini llegara a la Subsecretaría.
Sobrino de Moscuzza y abogado de la empresa, ha tenido vaivenes en la relación con su tío. Estaba alejado de las decisiones de la pesquera cuando Horacio Tettamanti lo llevó como representante suplente de la provincia de Buenos Aires en el CFP. Ese rol lo volvió a convertir en el sobrino favorito y hasta fue Vicepresidente Segundo de Aldosivi.
Fue el fútbol el que a Moscuzza le abrió la puerta del despacho presidencial a partir de la relación que había forjado con Daniel Angelicci. Envalentonado por el pleno de Fortunato, “Pototo” jugó sus fichas por Bellarmini pero la ruleta de Cambiemos cantó otro número.
El candidato puesto para reemplazar a Gerpe es Juan Manuel Bosch.Director Nacional de Coordinación Pesquera, estuvo involucrado en todos los desaciertos de la gestión. Fuentes confiables aseguran que solo basta que se publique el Decreto con su designación.
Bosch tiene antecedentes que no invitan al optimismo. Desde permitir la reformulación de permisos de pesca para que barcos fresqueros se conviertan en congeladores con el solo objetivo de aumentar el esfuerzo pesquero sobre el langostino, a justificar la inactividad de barcos que superan largamente los 180 días previstos por la Ley Federal de Pesca, como el Repunte, con el Simape en rol de fiscal de los trabajos a bordo.
En una de las últimas actas, la 32, del Consejo Federal Pesquero seaprobó la transferencia del permiso del San Antonino, el barco que naufragó el 1 de septiembre de 2016 a 10 millas de la costa marplatense y donde murieron Carlos Campos, Sergio Juárez y Gonzalo Godoy. Alejandro Ricardenez, Pablo Pardo y el patrón, Claudio Zerboni, se encuentran desaparecidos.
El barco pertenece a José Di Iorio y Alfredo Solimeno quienes no pueden salir del país por decisión del juez federal Santiago Inchausti, que busca determinar las causas del naufragio, donde la balza nunca se abrió. Una pericia de la Armada que integra la investigación que lleva adelante el fiscal Nicolas Czizik, advirtió falencias en el dispositivo.
Los armadores se encuentran inhibidos según reconocieron familiares de Pardo, quienes se presentaron como querellantes en la causa, lo cual haría imposible que los armadores del San Antonino puedan ceder los derechos a Urbipez, una empresa del grupo Augusta Megara, para que el fresquero Salvador R pueda participar de la bonanza del langostino con 482 toneladas.
Con la firma de Bosch y la única negativa del representante de la provincia de Chubut, el Consejo sostuvo que el pedido no puede prosperar en los términos planteados, pero como la cesión comprende una reducción del esfuerzo pesquero ya que el San Antonino tenía 536 toneladas en el promedio de sus mejores tres años de captura, se ajusta a la política de reducción y lo autorizaron.
Esfuerzo pesquero al que se alinean para justificar lo injustificable porque desde que Bosch llego a la Dirección Nacional el que se aplica sobre el langostino patagónico no ha parado de crecer. Más de una docena de barcos se sumaron a la pesquería sin que todavía asome un plan de manejo que haga sustentable el único pilar que sostiene a toda la industria.
Este cronista quiso saber si desde el Consejo Federal habían consultado a la Justicia por la causa del San Antonino antes de permitir que sus dueños cedan el permiso, el activo más importante que quedaba. Cómo fue que estando inhibidos pudieron ceder el permiso. El Fiscal ni siquiera pareció estar al tanto de los hechos. Cuando este cronista le pidió un mail para enviarle la noticia, cortó el teléfono.
Ojalá que Zcicik actúe con el mismo ímpetu para que se sepan las causas del naufragio, la responsabilidad de los armadores y la de Prefectura en la incompatibilidad de los 6 tripulantes a bordo con los 5 que tenía en el rol de embarque en sus registros oficiales.
Ángel Pardo, hermano del engrasador del San Antonino, avisó que presentarán una medida de no innovar y en caso de ser necesario, pedirán la revocación de las actuaciones que nunca deberían haber prosperado.
El objetivo con el que llegó Gerpe a la gestión, ese de transparentar la administración pesquera, como el que sea público el coeficiente de conversión con que pescan merluza los buques factoría, siguen pendientes y no se saldarán con Bosh en el cargo.
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