Algunas petroleras están proveyendo gasoil sin el componente obligatorio de biocombustible. Esto trae aparejado una suba de los impuestos específicos a los combustibles. “Los expendedores deben llevar los registros contables muy bien, porque de lo contrario pueden perder mucho dinero”, advierte un especialista.
Una situación poco frecuente se originó por estos días a causa de la escasez de biodiesel para cortar con gasoil. La falta del insumo vegetal provocó un cambio en el componente impositivo que grava el producto que debería impactar con una leve alza en el surtidor.
Según informaron algunas petroleras a su red de Estaciones de Servicio, “desde el pasado 6 de septiembre y hasta nuevo aviso, todas las terminales entregarán gasoil en sus calidades con 0 por ciento de bio, debido al desabastecimiento de este insumo por parte de los proveedores”.
Tal circunstancia origina una modificación en los impuestos: El del Dióxido de Carbono pasa de 0.494 por litro a 0.549 y el Impuesto a los Combustibles de 4.332 a 4.813, que en conjunto representa una suba del 11 por ciento.
“Las estaciones de servicio, salvo excepciones, no son sujetos del Impuesto a los Combustibles Líquidos y Dióxido de Carbono. Por tal motivo, con relación al combustible diesel que tienen en stock al momento de ingresar el que no está cortado con biodiesel, deben trasladar al emitir la correspondiente factura de venta, el importe que por dicho impuesto le facturara la compañía petrolera que se los proveyera, llevando un inventario permanente y aplicando algún procedimiento estándar, como el `FIFO´, u otro reconocido por normas contables profesionales, porque de lo contrario, alterarán la base de imposición en otros impuestos, como IVA e Ingresos Brutos por ejemplo, tomando importantes contingencias fiscales” explica Claudio Molina,Director Ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
“De manera similar deberán proceder al momento de vender las nuevas partidas de combustible que no contengan biodiesel, en este caso, viendo aumentado el importe del referido tributo a los combustibles líquidos”, agrega.
El especialista remarca que con el precio fijado por Energía para septiembre, los productores de biodiesel que atienden el corte obligatorio en el mercado interno, prácticamente no cubren sus costos. No obstante, la Secretaría de Gobierno de Energía a través de una Resolución lo modificó (ver abajo).
Ahondando más en la cuestión, Molina sostiene que el precio del biodiesel surge de una fórmula polinómica que toma los valores promedios de aceite crudo de soja y metanol registrados en el último mes anterior al inicio del mes en curso, incluso con un atraso de cinco días hábiles, por lo que en el precio de septiembre, hay valores de materias primas e insumos de julio y agosto, pesificados. “Con la suba tan importante que tuvo el tipo de cambio, los valores quedaron desfasados”, puntualiza.
En este contexto, Molina subraya una contradicción: “Siempre se acusó a los biocombustibles de aumentar le precio de los combustibles; paradójicamente, si ahora no se incorpora el 10 por ciento legal de biodiesel al gasoil, debería bajar el precio de éste, porque el efecto impositivo –que representa un aumento porque se pierde la desgravación por la proporción de biodiesel presente en la mezcla- no compensa la reducción de precio que debería producirse por la no incorporación de biodiesel. Los números demuestran ahora que existe una campaña en contra de los biocombustibles”, concluyó.
RESOLUCIÓN
La Resolución 3/2018 publicada hoy en el Boletín Oficial dispuso modificar el precio de adquisición del biodiesel establecido en el artículo 1° de la Resolución N° 117 del 31 de agosto de 2018, el cual queda fijado en $26.509 por tonelada (+17.5 por ciento).
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