En medio de fuertes especulaciones por un posible desembarco de Guillermo Britos al oficialismo, desde la Provincia salieron a desterrar cualquier tipo de versión. No obstante, la puerta no está completamente cerrada.
La foto era más que sugerente. La gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente de Chivilcoy, Guillermo Britos, uno al lado del otro, más que sonrientes. Cualquiera que esté en política podría pensar que era la imagen que confirmaba el rumor: que el jefe comunal massista finalmente cerró el pase a Cambiemos.
No es la primera vez en el año que circuló la versión, que tomó espectacular fuerza luego de que su hermano, el diputado Fabio Britos, y el concejal Mauricio D’Alessandro, anunciaran que abandonaban a Sergio Massa para conformar un espacio alineado a Cambiemos.
Lo cierto es que desde Provincia negaron que esta foto sea la firma que estampó el acuerdo. “No es el momento de traer a nadie”, dijeron desde Provincia, por lo que se podría entender que, quizás, lo sea en otro momento. ¿Será en 2019?
Tal como publicó La Tecla, desde Cambiemos pusieron una condición sine qua non para terminar de abrirle la puerta: que Britos abra la interna en las elecciones del próximo año.
Como se sabe, el Viceministro del Interior de la Nación, Sebastián García De Luca, es una figura fuerte dentro de ese territorio y, en la actualidad, como segundo de Rogelio Frigerio, tiene el aval de Nación para conservar el sello Cambiemos.
La relación entre Britos y De Luca no tiene vuelta atrás. El primero acusa al segundo de no realizar gestiones desde su lugar de trabajo para Chivilcoy y el segundo le retruca al primero que acercó una sola propuesta o proyecto.
El foco del conflicto entre ambos, por fuera de la política, radica en una deuda que el gobierno nacional mantiene con la gestión municipal y que Britos heredó del exintendente local, Darío Speranza.
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