En toda elección, la confección de las listas legislativas siempre deja heridos. El Frente Cambiemos de San Martín tendrá el desafío de lograr la unidad sin que esas heridas queden muy expuestas, o mostrar la maduración política para no romper la armonía en una hipotética PASO.

Después de más de una década, esta elección en el distrito podrá ser la primera sin el apellido Ivoskus en una boleta. Ricardo nunca quiso competir por una concejalía. Y Daniel tiene aún dos años más como diputado provincial. ¿Jugaría en la elección distrital? “Forma parte de un frente colectivo y hago lo que creen de arriba que le suma al frente”, suele responder el joven legislador.

Ante la posibilidad de la exclusión del apellido Ivoskus (y después de tres elección consecutivas en las que perdió contra el apellido Katopodis), varios son los dirigentes de Cambiemos que declaran en público que quieren ser la cara de Cambiemos ante el electorado sanmartinense. Todos tienen la misma meta: la pelea por la Intendencia de 2019.

Los que ya anunciaron públicamente esa intención son Andrés Petrillo (funcionario de Jorge Macri, con la venia de Ricardo Ivoskus), Daniel Mollo (presidente del bloque Cambiemos en el Concejo y hombre cercano a Mauricio Macri) y Matías Lobos (funcionario de Patricia Bullrich en la cartera de seguridad).

Petrillo dijo que quiere encabezar la lista de concejales de este año y, de esta manera, empezar a instalarse para 2019. A Mollo (que trabaja junto a su par Gustavo Suárez) aún le quedan dos años más de mandato. Y Lobos todavía no decidió si dejaría el cargo en Nación para ir como concejal. En ese sentido, ¿Petrillo corre con ventaja? ¿Mollo haría jugar a su hermano y así lograr que una boleta tuviera su apellido? ¿Lobos saldría a la cancha este año?

A estas incertidumbres, hay que agregarles dos espacios importantes. Uno es el del diputado provincial Walter Carusso, mano derecha de Gustavo Posse, aliado relevante de Cambiemos en la zona norte del conurbano. San Isidro es “la Córdoba” del conurbano. En el balotaje, Macri logró allí casi el 70% contra el 30% de Daniel Scioli.

A Carusso le restan dos años como legislador provincial y no suele jugar él mismo en San Martín. Pero querrá tener a alguno de sus hombres en el Concejo a partir de diciembre.

El otro espacio es el que comanda Alejandro Keck, con la banca transcendental del ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano, oriundo de San Martín. Después de años de críticas fuertes, Keck e Ivoskus acordaron y son una suerte de aliados dentro de Cambiemos. López Medrano ocupa un cargo de mucha importancia en la Provincia, pero nunca ejecutó un plan de instalación intenso en el distrito. Keck sería su brazo en San Martín y también tiene ganas de salir a jugar.

Todavía hay que esperar una definición de los distintos dirigentes de la UCR. El alfonsinista Deantoni está espantado con cualquier espacio que tenga macristas. El concejal radical Pablo Cristani es “cristanista” y logró su banca hace 15 meses con el massismo. ¿La UCR de San Martín negociará de manera conjunta o cada dirigente por separado?

Por último está el Partido FE del “Momo” Venegas. Su referente en San Martín es el exintendente Carlos Brown, quien después de su fracasado intendente con volver al Palacio Municipal en 2015, sorprendió en el brindis de fin de año de los Ivoskus e intentará gravitar en el armado local. En el Concejo tiene a un fiel, como Antonio Mazza, quien asumió en 2013 con el Frente Renovador.

En los distritos como San Martín donde Cambiemos es oposición, el macrismo habilitaría las internas. Pero no para que compitan más de dos boletas. El peso y contrapeso entre las líneas internas ya empezó a jugar. Y la de Cambiemos será una interna que dará que hablar en el distrito.