Se basan en los estudios cualitativos, donde hay un notable cambio en las conversaciones de los sectores de clase media baja y aun de los que reciben planes sociales. Infobae accedió al informe de la consultora experta en conurbano, TresPuntoCero.
Algo huele distinto en La Matanza, el partido del conurbano con 1.800.000 de habitantes y 1.038.753 electores (3% del padrón nacional, 10% del padrón provincial, 30% de la Tercera Sección Electoral), el municipio más grande en habitantes de la Argentina. Desde que Jaime Durán Barba dijo en una reunión de mesa chica que existía alguna posibilidad ya no de hacer una buena elección, sino de ganar en ese distrito considerado "capital nacional del kirchnerismo", se activaron las alarmas a ambos lados de la grieta: a la sede del Municipio llegaron nuevos asesores para fortalecer a la candidata testimonial a Concejal, la intendenta Verónica Magario y entre Gobierno nacional y el Gobierno provincial cuadriplicaron los esfuerzos de campaña.
Ayer nomás, el habitual "timbreo nacional" de los sábados por la mañana concentró 49 puntos para la recorrida: La Tablada, Tapiales, Ramos Mejía, Isidro Casanova, Villa Celina y Aldo Bonzi, acompañados por los diputados nacionales Gastón Roma, Waldo Wolff, Pablo Torello, Eduardo Amadeo, Cornelia Schmidt Liermann, Marcelo Wechsler y Paula Urroz, además de los realizados por la cabeza de la lista a diputados, Graciela Ocaña, y el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, por González Catán. También el candidato a diputado nacional Hernán Berisso.
¿Pero en qué se basa ese pronóstico, ganar en La Matanza, que suena alucinado y delirante? Imposible hablarlo con fuentes del Gobierno, que se niegan sistemáticamente al triunfalismo y que están obsesionados frente a la posibilidad de que sus voluntarios bajen los brazos y los que no fueron a votar en las PASO se queden en sus casas, apáticos porque no se está jugando nada importante en las generales. En el oficialismo apuestan, muy especialmente, a alcanzar una gran diferencia entre los más alejados de la discusión política. ¿Entonces?
Lo nuevo está sucediendo en los estudios cualitativos que realizan los expertos en opinión pública, un cambio notable y radical en las conversaciones de los electores, que sorprende. Se trata de un nuevo sistema de valores que impregna las argumentaciones en los focus group realizados en la capa social conocida por los consultores como "C", es decir, la clase media que va de C1 a C5. También en los análisis que se hacen en los focus entre quienes reciben planes sociales, los llamados "planeros".
Conceptos como "esperanza en que es posible cambio", "cultura del esfuerzo", "hay que sacrificarse ahora para lograr una transformación en serio", "el cambio es posible", empiezan a dominar en esos estudios que sirven para explorar el estado de opinión en un momento dado, una técnica de las ciencias sociales que consiste en reunir a un pequeño grupo de personas con el fin de generar una discusión en torno a un tema o producto, bajo el monitoreo de un investigador o analista.
Bien realizados, los grupos focales son una herramienta clave para la toma de decisiones estratégicas. Basado en ellos, Mauricio Macri llegó a la Presidencia, ya que jamás desafió en campaña las opiniones mayoritarias del electorado porteño primero, y nacional después. Sin embargo, ya el Gobierno pudo empezar a modelar en sucesivos discursos la sociedad a la que aspira el sector más dinámico de la sociedad, que después de las PASO empezó a impregnar en los sectores medios y medio bajos, también en los que reciben planes sociales.
Lo confirmó a Infobae la directora de TresPuntoZero, Shila Vilker, experta especialmente en el análisis de la Tercera Sección Electoral, que trabaja para candidatos de Cambiemos en esos distritos y desde el principio de campaña vino alertando acerca de la dificultad de que Cambiemos llegue a los sectores más perjudicados por la salida del modelo de consumo, tal como se vino escribiendo en estas columnas. Ahora, dice lo contrario: "sí, hay chances de ganar en La Matanza y en la Tercera".
La experta asegura que "el discurso de lo social estaba monopolizado por el kirchnerismo, por la solidaridad, por el sentimiento de que la Patria es el otro, el que menos tiene". "Después de las PASO empezó a emerger muy fuerte otro discurso de lo social, de tono sacrificial, altruista, en el sentido de que no está pensando en su propio bolsillo, dispuesto a postergar deseos del corto plazo para ayudar a la recuperación del conjunto", explica.
En el informe que Vilker presentó a sus clientes escribió que "el simpatizante de Cambiemos en la Tercera Seccional manifiesta altruismo, noción de lo social y cultura del esfuerzo".
– "Se trata de personas con sentimiento patriótico, dispuestos a renunciar a los personal por lo 'colectivo'".
– "Quieren un país donde prime la justicia -no tanto por lo judicial, sino donde reine lo justo; donde el gran organizador sea el esfuerzo y no los derechos sin obligaciones".
– "Esto comporta sacrificios que están dispuestos a asumir, donde la verdad sea moneda corriente, donde los culpables puedan ser castigados, donde pueden sentir la libertad de poder decir lo que les plazca y donde el poder no asuma una 'forma total'".
– "Están formateados por la cultura del esfuerzo, atravesados por la idea de lo que fácil viene, fácil se va. Y, como dijo uno de los participantes, de que no se va al cielo por lo ancho y cantando, sino por lo angosto y jadeando".
"El simpatizante de Unidad Ciudadana también tiene vocación sacrificial por el otro, pero ya la tenía, la novedad es que se manifieste también entre los Cambiemos, y con otros valores", explica la consultora. Y redondea con un dato más: "la preocupación por lo social es compartida por quienes creen que van a votar a Cristina y quienes creen que votarán a Bullrich, solo los que creen que votarán a Massa "hablan en primera persona y anteponen su situación individual a cualquier imagen de país, incluso diciendo 'dónde está la mía'".
Vilker se detiene especialmente al señalar que "entre la clase media media hacia la muy baja, no hay recuperación económica real, pero hay una puesta en suspenso de lo propio, una decisión de ajustarse el cinturón, para colaborar con la salida del país". "También en los grupos quearmamos en la consultora con los que reciben los planes sociales hay una conversación distinta, buscando atajarse de quienes lo señalan por ganarse un sueldo sin trabajar, asegurando que siempre trabajaron y que, si no lo hicieron, es porque a los políticos no les interesaba".
Consultada Vilker acerca del nuevo estado de opinión pública en la Tercera Sección Electoral, no considera que se trate de "cambio cultural", como le gusta repetir al Presidente. Según ella, desde el poder "se habilitó una sensibilidad -la cultura del esfuerzo- que está en la historia argentina, pero que había sido abandonado por otra sensibilidad que también nos es propia, -la cultura de los derechos". Y concluye: "hoy empiezan a ponerse en primer lugar las obligaciones que conllevan los derechos adquiridos".
Cuando a Macri se lo ve exultante no es porque subió 10% de imagen positiva en a provincia de Buenos Aires, dato del que poco sabe y nunca pregunta, sino porque está al tanto de que la prédica de su Gobierno está llegando cada vez más abajo, al punto que le permitirá generar un paquete de transformaciones que solo pueden realizarse con gran consenso social. Era su plan, y lo está logrando. Pasito a pasito.
Comentá la nota