El resultado de Entre Ríos se encadenó a los recientes en Río Negro, Chubut, San Juan y Neuquén.
Si el Gobierno venía esquivando resultados adversos con apoyos a partidos provinciales contra opciones kirchneristas, en Entre Ríos únicamente le quedó la tendencia de triunfos oficialistas para intentar explicar la diferencia más amplia de lo esperado por la Casa Rosada esta vez con el respaldo en persona de Mauricio Macri al radical Atilio Benedetti. Gustavo Bordet prolonga la serie negativa para Cambiemos en un distrito del centro del país y con mayor caudal electoral.
“Entendemos que corremos de atrás, ojalá la diferencia no supere los 10 puntos”, ponía como objetivo mostrar “competitivo” a Cambiemos uno de los funcionarios abocados al distrito al cierre de la elección. Al rato en el Gobierno ya advertían que la distancia sería mayor y aludían a la fortaleza de Bordet por tener a todo el peronismo detrás, incluido el kirchnerismo y el massismo.
El resultado en Entre Ríos se encadenó a las generales en Neuquén y Río Negro, y a las primarias en San Juan y Chubut. En las dos primeras el Gobierno apostó a Omar Gutiérrez y a Arabela Carreras -la candidata de Alberto Weretilneck- para cerrarles el paso a los kirchneristas Ramón Rioseco y Martín Soria. Sus propios postulantes -Horacio Quiroga y Lorena Matzen- quedaron lejos de la pelea. Contra el peronismo unido Marcelo Orrego no pudo hacer pie contra Sergio Uñac en las PASO de San Juan y contra el peronismo dividido tampoco Gustavo Menna en Chubut. Entre Ríos marcó otro triunfo de un mandatario considerado de “buen vínculo” con la Casa Rosada. “Se nos hace muy difícil ganarles, y eso que hace un año y medio a Bordet le sacamos 20 puntos”, se resignaba un funcionario al caer la noche.
La bajada de Macri para apoyar a Benedetti se sumó a una foto con María Eugenia Vidal y la presencia de Rogelio Frigerio -de Villa Paranacito, involucrado en el armado en la provincia- en el cierre de campaña y buscó apuntalar el resultado en un distrito del centro del país, con el antecedente del triunfo en 2017 con el 53% con el mismo candidato. La diferencia fue otro reflejo de las dificultades electorales del Gobierno en el contexto de crisis económica incluso en la franja más favorable.
Para quitar dramatismo a las derrotas, Marcos Peña sostiene que Cambiemos cosecha porcentajes similares a los de 2015 y el argumento se repitió con Entre Ríos, en referencia al 36% de Alfredo De Angeli en las primarias de aquel año. Aunque el ruralista había quedado a siete puntos de Bordet y en las generales a menos de tres.
El gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, celebra en la noche de este domingo el resultado de la elección.
Las próximas elecciones provinciales, las primarias en Santa Fe y las generales en Córdoba y en La Pampa, tampoco traerían motivos de celebración para el Gobierno. Más allá de los resultados en las provincias, que Peña y Frigerio buscaron acotar a lógicas locales, las encuestas y focus group de Jaime Durán Barba y Roberto Zapata venían advirtiendo el desencanto con la gestión y la caída en la imagen de Macri. Las medidas que anunciará el Presidente este miércoles para contener la inflación y empujar el consumo serán un intento de recomponer el clima de cara a la etapa clave de la campaña.
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