Abre internas en los 19 distritos de la sección. Busca ampliar para enfrentar la hegemonía del FdT. Incluye a expulsados y marginales del peronismo.
Por: Pablo Lapuente.
Juntos por el Cambio inició hace algunas semanas un proceso de reclutamiento de referentes de extracción peronista con la idea de dar pelea en la Tercera sección electoral, un territorio de 4,2 millones de electores repartidos en 19 distritos en el que perdió por más de 30 puntos ante el Frente de Todos. Un antecedente adverso que obligó a sus principales dirigentes a diagramar un nuevo armado pensando en 2023 y en sumar amplitud bajo la conducción del intendente Néstor Grindetti (Lanús) y la mirada atenta del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, principal interesado en fortalecer su proyecto nacional en el corazón del conurbano. Con esta idea ya tienen lugar y fecha para el lanzamiento de campaña con algunos nombres reconocidos y la promesa de abrir internas a voluntad de los recién incorporados.
El inicio de esta estrategia tomó volumen a fines de diciembre pasado a instancias del primer plenario organizado por la agrupación Hacemos, en el Club Montechingolo, del que partició Grindetti, el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, y el jefe de Gabinete local, Diego Kravetz, principal articulador del nuevo mapa político. Pretenden darle impulso en febrero en La Matanza, con un mensaje de apertura que seduzca a dirigentes descontentos con el oficialismo.
El manual de alistamiento de los justicialista inorgánicos que el PRO reparte en esta región de la provincia de Buenos Aires contempla un pacto que habilita una boleta de Juntos por el Cambio en todas aquellas ciudades en las que surjan candidatos. “Convocamos a todo el mundo a participar de este esquema plural, con un lineamiento mayormente peronista, y con la posibilidad de pelear contra nuestros propios candidatos”, resumió a Letra P una fuente que sigue de cerca el plan. Ven terreno fértil ante crecimiento de la estructura de La Cámpora en los distritos, que –analizan– empuja a la jubilación a viejos actores de la política incómodos con el kirchnerismo y sin refugio ante el albertismo no nato.
En síntesis, se espera distintos enfrentamientos en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) de este año en buena parte de la Tercera. Los resultados no sólo servirán para trasladar a los candidatos y candidatas a las elecciones generales de octubre próximo, sino también para marcarlos como favoritos en la pelea mayor por las intendencias en 2023. Un desenlace que, analizan, también podría acordarse en una mesa de negociación con una lista de unidad entre los espacios tradicionales como el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y los nuevos incorporados del justicialismo desertor.
Soldados y veteranos
La figura de Kravetz en este esquema es parte de una estrategia mayor de la cual también es protagonista el diputado provincial Adrián Urreli. Ambos ofician de coroneles de una oposición que busca contener a todos los socios del frente electoral y reclutar nuevos integrantes para hacer frente al justicialismo, que domina a gusto y parecer el sur del conurbano desde hace décadas y logró recuperar distritos emblemáticos como Quilmes, con Mayra Mendoza, y San Vicente, con Nicolás Mantegazza.
Ya están anotados en el nuevo espacio dirigentes con trayectoria dentro del peronismo. Los más relevantes: el exjefe de Gabinete de Lomas de Zamora Guillermo Viñuales y el expresidente de Fútbol para Todos Pablo Paladino, quien podría enfrentar al concejal del PRO Gabriel Mércuri en tierras dominadas por el intendente Martín Insaurralde; exintegrantes del extinto giustozzismo, como el exdiputado Mariano San Pedro; el exconcejal Mario Fuentes; y el exsecretario de Coordinación y Gabinete de Almirante Brown Diego Garrido, quien intentarán pelear por un lugar en el distrito que domina el jefe comunal Mariano Cascallares, además del exlegislador Jorge Mancini, que responde a Hugo Moyano.
También estamparon sus firmas el secretario del Sindicato de Empleados de Comercio de Lanús-Avellanda, Orlando Machado; la exconcejal del massismo en Avellaneda Sandra Alice, para competir en esta ciudad; tres dirigentes marginales con escaso reconocimiento como Walter Di Giuseppe, Fernando Donaires y Mario Scalisi, en Quilmes; el exasesor del Ministerio de Seguridad en épocas sciolistas Néstor Franco, en Ezeiza; el excandidato a intendente del lavagnismo en Florencio Varela Mario Kanashiro; y otros en Esteban Echeverría, Berazategui e incluso Lanús, con la sorpresa de la incorporación del concejal Héctor Montero, un hombre que ofició durante años como vocero del exintendente Darío Díaz Pérez, quien a principios del año pasado rompió el bloque del Frente de Todos.
“Cada distrito tiene su propia lógica de interna, pero todos suman. Creemos, por ejemplo, que Viñuales gana cómodo contra Mércuri y se instala para 2023; que Di Giuseppe no tiene ninguna oportunidad contra Martiniano Molina, pero aun así nos suma que esté adentro”, analizó ante Letra P un dirigente de la mesa chica de Hacemos.
De todos modos, en este espacio reconocen sus propias limitaciones y circunscriben su ámbito de influencia al sur del conurbano, con intenciones de ampliar hacia la Primera sección electoral. En la actualidad, este territorio no sólo está dominado por los intendentes del PRO, Jorge Macri (Vicente López), y de la UCR, Gustavo Posse (San Isidro), sino también por el exministro de Gobierno de María Eugenia Vidal, Joaquín de la Torre. “Lo que está está haciendo Joaquín está bien, pero nosotros pensamos en el largo plazo y no mostrar algo para después arreglar lugares”, se diferenció un dirigente que se sienta a la mesa chica del armado en la Tercera sección.
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