De vacaciones con su familia, Gabriela Cerruti no deja de planear a futuro. “Quiero ser candidata a jefa de Gobierno”, advierte ante Página/12 y se muestra dispuesta a competir en las internas abiertas.
–¿Va a ser candidata en 2015 a jefa de Gobierno?
–Quiero ser candidata. Espero que sea la intención de mi partido Nuevo Encuentro y, si no, veremos cómo vienen las internas abiertas. No quiero ser otra cosa –presidenta–, lo que me interesa es ser jefa de Gobierno y es el momento de intentarlo. Venimos trabajando, tenemos un equipo de gobierno. Tengo el mismo equipo desde que fui ministra, en 2005 y 2006.
–¿Su idea, entonces, es participar de la interna kirchnerista?
–Hay que sumar y aliarse. Algunos nombres históricos se corrieron y hay muchos que van a querer ser candidatos. Y eso está bárbaro. Supongo que habrá interna abierta, porque le hace bien al espacio. Habrá que definir si Nuevo Encuentro va a hacer una interna previa, pero esto lo hablé con Martín (Sabbatella) y me apoya. Hay que cambiar el clima de esta ciudad. No es un tema de obras, de cuántos túneles, cuántos puentes, sino cómo se vive mejor. Este tema incluye no sólo a quienes van a gobernar, sino también cómo hacés para que el ciudadano viva mejor y cumpla con sus responsabilidades. Un nuevo pacto de confianza entre el Estado y los ciudadanos.
–¿Ese pacto hoy está roto?
–Hay muchas cosas que son responsabilidad de los dos. Pero el primero que tiene que poner las herramientas es el Estado. Para que la gente ande menos en auto tienen que estar bien los subtes, los trenes y las bicisendas. Es lo mismo con la basura. Hay que concientizar para separarla en origen. Para eso, tenés que demostrar que la vas a reciclar. Si pasás con el mismo camión y te llevás todo, no tiene sentido. La escuela pública tiene que estar bien para pedir que vuelvan de las privadas.
–¿Por qué el kirchnerismo no logra ganar las elecciones locales?
–No es el kirchnerismo el que viene siendo derrotado. Si en 2007 iban juntos Telerman y Filmus, yo creo que Macri no ganaba. El error de 2007 no se pudo reparar nunca y el kirchnerismo se fue cerrando sobre sí mismo, en vez de sumar. Se desperdició esa oportunidad por internas casi personales. Es un momento de dejar atrás todo esto y darse cuenta de que hay dos proyectos: el de Macri y el del centroizquierda, donde deben estar todos contemplados, desde Graciela Ocaña hasta Martín Lousteau.
–¿Piensa buscar acuerdos con dirigentes de Unen como Lousteau?
–Lo conozco desde hace muchos años. No creo que con él o con Roy Cortina o incluso con Fernando Sánchez pensemos muy diferente en relación con la Ciudad. La cuestión es sentarse y empezar a pensar qué tenemos en común y qué nos separa.
–¿Qué evaluación hace de cómo se votaron los cargos de la Defensoría del Pueblo, el Ministerio Público y el Ente de la Ciudad?
–Nosotros no votamos ninguno. Votamos diferente del kirchnerismo en las últimas sesiones de la Legislatura: no votamos el estacionamiento medido, ni la reforma de la Justicia que le da un poder a Macri, que es el mismo por el que pataleó la oposición a nivel nacional. El fiscal general es un militante del PRO y todos los que van a la defensoría son ex legisladores. Nos pareció que no correspondía.
–¿Va a haber una falencia en los organismos de control?
–Hay una falencia enorme. No se los puede pensar como un lugar de jubilación de diputados.
–¿Qué piensa de la decisión de mantener a Milani al frente del Ejército?
–Yo dije públicamente que estaba en contra de la designación de Milani. Lo hablaba con Marcelo Saín y decíamos que lo que no se discutió lo suficiente es algo que tiene que ver con el presente: había sido un triunfo de la democracia que no importara qué pensaba políticamente el jefe del Ejército. Que ahora tengamos un jefe del Ejército que opina sobre política o forma parte de determinado proyecto es un retroceso enorme. Aun si no hay pruebas contundentes sobre el pasado, el kirchnerismo planteó un umbral del que hay que hacerse cargo. Una fuerza que cuestiona a los periodistas de un diario que hizo determinadas cosas en la dictadura no puede tener este jefe del Ejército.
–¿Por qué cree que se produce la falta de vacantes con la inscripción on line?
–Todavía nos falta saber cuál es la empresa que está atrás de la inscripción on line. Algo que tenía que ser una prueba piloto se pone en marcha y genera ese tipo de situaciones. Hay una intención de sacar al alumno de la escuela pública para decir que la escuela pública no sirve.
Test del veraneante
–¿Cuál es la mejor playa?
–La mejor playa es Pehuen-Có, la playa de mi infancia. Hay pinos y agua, como dice el nombre. Es una playa virgen.
–¿Qué está leyendo este verano?
–Leí un libro de un músico francés que se llama La mecánica del corazón, de Matthew Mazieu. Tiene una onda Tim Burton. Al nene le ponen un reloj en vez de corazón y, si se enamora, se le rompe.
–¿Su comida favorita en vacaciones?
–El sushi, supongo. Es fresco. Y el helado.
–¿El trago más raro que probó?
–Mezcal, el que tiene el gusanito adentro.
–¿Gato o perro?
–Perro, aunque tengo de los dos.
Comentá la nota