Tras doce horas de debate, la Cámara Alta reconoció un derecho reclamado por varias generaciones de mujeres argentinas. Fueron 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.
Misión cumplida. El aborto es ley en la Argentina. Con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención el Senado sancionó finalmente la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Después de una sesión histórica que quedará en la memoria del movimiento feminista, el Gobierno también festejó la sanción de una ley en la que trabajó de cerca para conseguir los votos.
“Aborto legal ¡en el hospital!”, gritaban, saltaban y festejaban los pañuelos verdes en todo el Palacio Legislativo en la madrugada de este miércoles 30 de diciembre. Al instante que se conoció el resultado de la votación, en el Salón de las Provincias, se escucharon los festejos de las mujeres que desde temprano siguieron la sesión por pantallas gigantes. Aplausos, gritos, bombos y cualquier otro ruido que trasmitía alegría logró traspasar las puertas de hierro que decoran la explanada del Congreso.
"Estamos acá porque otras caminaron antes y porque otras van a caminar después”, cerró el debate la mendocina Anabel Fernández Sagasti (FdT). “No es sólo la revolución de las hijas, esta es la revolución también de nuestras madres, abuelas. El movimiento de mujeres nos interpela a construir en transversalidad", agregó y buscó darle un marco histórico a la conquista de este derecho.
La jornada comenzó temprano y con mucho calor en la Cámara alta. Una hora antes del inicio de la sesión la tucumana Silvia Elías de Pérez (UCR), fiel representante del pañuelo celeste, denunció presiones del propio Alberto Fernández y anunció que en caso de aprobarse la ley iba a plantear la inconstitucionalidad en la Justicia. “Cuando uno llega a este lugar sabe que tiene que votar respecto a sus convicciones y no someterse a presiones”, contestaron desde el oficialismo.
Con el quórum de 67 senadores comenzó la sesión a la hora pautada. En su rol como miembro informante, la pampeana Norma Durango dejó en claro dos cosas: que los votos iban a estar y que el Gobierno trabajó de cerca para conseguir las últimas voluntades que le garantizaran la sanción de la ley. Así, anunció que el Poder Ejecutivo contemplará en la promulgación los cambios sugeridos por Alberto Weretilneck.
“Dadas las inquietudes que ha generado esa actualización propuesta en la redacción, hemos acordado que al momento de la promulgación se observe parcialmente el proyecto de ley en caso de ser sancionado, a fin de dar claridad al objetivo de la propuesta”, anunció Durango. En este escenario, se eliminará la palabra “integral” en los cuidados de salud de los abortos posteriores a las 14 semanas y se mantendrán las causales de la Interrupción Legal del Embarazo (ILE) que rigen desde 1921.
Con este anuncio, el primero de la jornada, se confirmó que el ex gobernador de Río Negro iba a votar a favor de la legalización y se mantuvo la tendencia que ilusionaba a los verdes. "Es absolutamente necesario, imprescindible, sancionar esta ley como una respuesta a toda la demanda y el cambio que se está dando en la sociedad, y con las modificaciones que se harán, voy a aprobar esta ley", defendió su voto Weretilneck.
La confirmación de que el aborto iba a ser ley se dio entre las 20 y las 22. Tres de los cuatro indecisos que se contaban al principio de la jornada anunciaron que iban a votar a favor. Primero lo hizo la entrerriana Stella Maris Olalla (UCR). "Si nosotros analizamos los datos del estado de salud de la población más vulnerable respecto de la interrupción del embarazo, son estadísticas complejas, preocupantes", consideró. En la misma línea agregó: “Se trata de un tema de salud, de derechos humanos”, y dejó en claro que iba a votar a favor.
Al rato hizo lo propio la neuquina Lucila Crexell, otra de las que figuraba con indefinida al principio de la jornada. “No cambié mi manera de pensar sobre el aborto. Cambié el enfoque. El aborto clandestino es una figura silenciosa que escribe páginas muy tristes”, señaló. Esta senadora en 2018 se abstuvo en la votación.
“Esta ley no le cambia nada a los que se oponen. Pero sí le cambia todo a aquellos de nuestra sociedad que necesitan que el estado las visibilice y las asista”, argumentó Crexell para explicar el cambio de su voto, al momento que habló de “un tremendo acto de hipocresía” por parte de quienes niegan los abortos.
El último fue Sergio “El Oso” Leavy (FdT). Este senador en 2018 votó en contra y desde entonces no cambió su postura, o, al menos, no lo hizo en público. Por eso, todos los poroteos de votos lo tenían como opositor a la ley. Pero Alberto Fernández se reunió con el senador y acordó algunas obras en su provincia. A los pocos días, Leavy dijo que aún no había definido su voto, que lo iba a pensar. Lo pensó. Y, finalmente, votó a favor de la legalización. "Personalmente me opongo y odio el aborto. Creo que ningún legislador presente está de acuerdo pero existe", introdujo y agregó: “Me di cuenta de que esto no se trata de mi, no es una situación de mi creencia, sino que es una situación que le compete a muchas mujeres”. A los pocos minutos dijo que iba a votar a favor.
“Senadora, no llegan con los votos, ¿no?”, le preguntó unos minutos antes de la medianoche este cronista a una de las legisladoras que más trabajó para frenar la ley. “Ya no. A esta altura estamos complacidos”, contestó, con la mirada hacia abajo. Lo cierto es que faltaban cuatro horas para la votación y el sector celeste ya se mostraba vencido en los pasillos del Palacio Legislativo.
El gobierno apostó fuerte a que saliera la ley. En un día particular para la salud pública, por el comienzo del pan de vacunación más ambicioso de la historia y el debate para que no mueran más mujeres en abortos clandestinos, Ginés González García estuvo presente en la Cámara alta. Llegó a las 18.40 con una corbata verde oliva, que dejaba ver su mirada sobre el tema en cuestión, y una sonrisa que podía verse a pesar del barbijo.
También estuvo presente la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, que fue quien redactó el proyecto, la asesora presidencial Dora Barrancos, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, la titular de la Anses, Fernanda Raverta, entre otros. Pero el apoyo no fue solo presencial. El Presidente acomodó su agenda varias veces para poder conversar con varios de los legisladores de su espacio y también con los gobernadores.
Los discursos en el recinto transcurrieron sin chicanas entre los senadores que defienden y rechazan la IVE. "Los votos los tienen, pero la verdadera mayoría es de los hombres y mujeres jóvenes que llenaron las provincias con su corazón celeste y que siguen apostando por la vida, que están todavía en la plaza”, dijo en su discurso Silvia Elías de Pérez (UCR), reconociendo la derrota.
En tanto, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff (UCR), dio un enfático discurso a favor de la legalización. "Todos sabemos que se aborta clandestinamente en la Argentina y todos sabemos que algunos se enriquecen descaradamente con el poder del dinero y las mujeres pobres", enfatizó, a los gritos desde su banca, el formoseño. "La sociedad ya decidió y las mujeres también", insistió en varias oportunidades.
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