Nicolás Macchia y Dalmy Butti son los nombres que suenan en el Palacio Municipal para hacerse cargo de la Secretaría de Desarrollo Social, vacante desde este jueves cuando el intendente Fabio Giovanettoni decidió relevar de su lugar como interino al frente de esa área a Carlos García.

Ambos concejales del Frente para la Victoria irían este viernes a Oliveire Cézar 280 para coordinar las tareas del fin de semana largo, sin dar certezas respecto de cuál de los dos asumirá, ya que el Jefe Comunal haría el anuncio en conferencia de prensa en los próximos días.

Cualquiera de los dos que asuma como Secretario de Desarrollo Social debe dejar su banca en el Concejo Deliberante, por lo que el análisis del Ejecutivo debe tener en cuenta la agenda legislativa planteada para lo que resta de este año de elecciones.

En el caso de Nicolás Macchia, su suplente es el dirigente del Seda Mauricio Preiti, quien al comienzo del gobierno de Giovanettoni, cuando el referente de Kolina sonaba para el cargo, le dijo a La Opinión que ya les había avisado aque no asumiría en el HCD, aunque desde el sindicato prefieron que lo haga, para llevar las problemáticas del sector. La que sigue es la dirigente del Movimiento Evita y esposa de Isaac Cordobez, Rita Leguizamón.

Si asumiera Butti, el que sigue en la línea de sucesión es Damián Mosquera, hoy Director provincial de Política Demográfica, Migración e Inmigración, lo que hace pensar que no volvería al HCD. Le sigue Verónica Mosteiro, quien se fue de Desarrollo Humano desencantada con el gobierno de Guacone y de nula relación con su antecesor en el cargo. A ella le sigue el propio Carlos García, que ocupará una dirección de control del parque  automotor, y luego viene, en quinto lugar en la lista, Zunilda Pérez.

Cualquiera de las alternativas deja al oficialismo sin concejales con experiencia legislativa para hacer frente a complejas comisiones que tienen muchos expedientes para tratar, a la vez que no tendrá una espada firme para el debate y defensa de los proyectos propios que deba ingresar en el transcurso de un año complicado como este 2015, con elecciones en el camino.

En ese marco, una de las posibilidades que tiene frente a sí el Ejecutivo es la de reflotar el cargo de "articulador" entre el despacho del intendente y el Concejo Deliberante para que oficie de nexo entre los intereses del oficialismo y la búsqueda de aprobación de proyectos. Otra es la de disponer de un asesor para el bloque, de manera tal de tener no sólo un control efectivo sobre los debates sino además una voz analítica de lo que suceda con los expedientes.