El dato surge de un relevamiento de este diario en Nueva Córdoba. La Municipalidad había dado plazo hasta mayo.
En noviembre pasado, el Concejo Deliberante de la ciudad de Córdoba aprobó una ordenanza con un puñado de exigencias para combatir la discriminación en los boliches. Una de las iniciativas más innovadoras fue colocar cámaras en los ingresos, para poder documentar posibles problemas en la puerta de las discos.
La novedad es que a seis meses de puesta en marcha la iniciativa, hay locales bailables que no cumplieron con el requisito. El dato surge de un relevamiento realizado por un cronista de este diario, que el fin de semana pasado recorrió buena parte de los boliches de Nueva Córdoba. Allí, no sólo confirmó que los patovicas en la puerta siguen demorando innecesariamente el ingreso de sus clientes: también constató que 4 de cada 10 lugares aún no cuentan con cámaras de vigilancia.
Lo curioso del caso es que la Municipalidad había sido demasiado contemplativa con ellos: había extendido hasta el 31 de mayo el plazo para ponerse en regla. “La semana pasada salimos a controlar que se cumpla ese requisito y clausuramos 15 boliches por falta de cámaras y de los letreros de ‘capacidad colmada’. Sin embargo, por la cantidad de locales que hay en la ciudad, los procedimientos seguirán en los próximos días”, explicó días atrás a Día a Día José Fernández, el subsecretario de Convivencia y Seguridad Ciudadana.
El funcionario resaltó que en los bailes de cuarteto la normativa se cumple casi a pleno, y deslizó que algunas discos no abrieron sus puertas el primer fin de semana de junio por no cumplir con ese requisito de la normativa.
“Si en verdad cuatro boliches de cada 10 son los que aún no cumplen, me asombra para bien. En las últimas recorridas que hicimos nosotros, hace apenas unos días, constatamos que había muchas menos. Incluso tenemos el dato que hay gran cantidad de locales que aún tienen VIPs habilitados”, dijo por su parte Miguel Siciliano, concejal que elaboró la ordenanza y que viene haciendo un seguimiento puntilloso de su implementación.
De hecho, a comienzos de junio el edil elevó un pedido por escrito a la comisión de Legislación General del Concejo, para solicitar que se le dé cumplimiento a la normativa. “No le están prestando la atención necesaria”, aseguró.
Hecha la ley. Más allá de contar con las cámaras instaladas o no, el periodista de este diario que realizó el recorrido nocturno notó que muchos de los aparatos fueron colocados en lugares extremadamente alejados de las puertas de ingreso. La pregunta es de cajón: ¿no complica esa distancia excesiva el posterior chequeo del audio, en caso de que el video sea tomado como prueba?
Para Fernández, el problema no es tal. “En la mayoría de los locales se pusieron cámaras que sorprenden por su capacidad”, destacó. No obstante comentó que en los próximos días se comenzaran a pedir algunos videos capturados por las discos, para que los inspectores “chequeen” que la calidad del audio y del video sea el correcto.
“La distancia de la cámara nunca fue reglamentada por el Ejecutivo, por eso no lo pueden exigir”, dijo por su parte Siciliano. No obstante, el edil relativizó la importancia del sonido en las grabaciones: “En el caso de una denuncia, la filmación se complementa con otros recursos, como por ejemplo testigos”, aclaró.
Inadi: Seguimos recibiendo denuncias
Liliana Spengler, responsable legal del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi) en Córdoba, confirmó a este diario que aún luego de la aprobación de la ordenanza anti discriminación, en el organismo nacional siguen recibiendo quejas de pibes a los que no los dejan entrar al boliche.
“Quizás haya algunas menos que el año pasado, pero puede ser por una cuestión estacional”, estimó Spengler, tras subrayar que “los reclamos de los jóvenes no son porque les demoren el paso en la puerta, sino simplemente porque les niegan el acceso por algún defecto físico o porque están vestidos de una forma en particular.
Los mismos guardias se lo dicen”, resalta la abogada. Spengler subrayó que en algunos locales las quejas se repiten y que no hay más reclamos en un sector bolichero de la ciudad que en otro. Lo que sí, curiosamente, la funcionaria reconoció que no suelen receptarse denuncias por segregación en bailes de cuarteto.
Parte de esos reclamos ya se convirtieron en denuncias en las que el organismo interviene activamente. Por dudas o denuncias, el Inadi atiende al público en General Paz 94, 1º piso. El teléfono es el 426-4695.
El cierre
En los últimos días se conoció que el Gobierno provincial analiza enviar a la Legislatura un proyecto para unificar el horario de cierre de los boliches en todo el Gran Córdoba. Y el rechazo no se hizo esperar. Los bolicheros de zonas turísticas, como Carlos Paz donde las discos tienen permitido funcionar hasta las 7, mostraron su descontento. Eduardo Giordano, de la tradicional disco Keops, señaló que “las prohibiciones no cambian los hábitos de los chicos”.
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