Se trata de Gonzalo Brusa Dovat, quien acusó a sus ex jefes de supuestas maniobras y dijo que era perseguido por el servicio de inteligencia chavista. Pero luego dio un giro de 180 grados y denunció una supuesta coerción.
La Cámara Federal porteña ordenó al juez federal Rodolfo Canicoba Corral reabrir la causa por la denuncia del ex directivo de PDVSA local Gonzalo Brusa Dovat sobre supuestas irregularidades en la sucursal argentina de la petrolera venezolana.
El juez Canicoba había archivado la causa porque Brusa Dovat, un mes después de haber denunciado esas maniobras ante el fiscal Carlos Stornelli, hizo un giro de 180 grados y denunció ante el juez federal de Dolores Alejo Ramos Padilla que había sido “coercionado” para el falso Marcelo D'Alessio para dar su testimonio judicial y conceder cuatro entrevistas a periodistas. Brusa Dovat dio ese giro luego de haberse reunido con abogados y periodistas K.
En su declaración testimonial ante el fiscal Stornelli de febrero pasado, el ex directivo de PDVSA denunció supuestas maniobras de lavado de dinero, sobre todo el ex presidente de la petrolera Angel Morales, y amenazas de agentes secretos del servicio de inteligencia bolivariano de Venezuela (SEBIN).
En una resolución -firmada la semana pasada pero conocida hoy- por unanimidad los miembros de la sala I de esa cámara, Mariano Llorens, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, rechazaron el argumento de Canicoba según el cual Brusa Dovat tuvo “afectada su voluntad” al hacer la denuncia original.
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El fallo dice que la sola lectura del ordenamiento legal demuestra que “el archivo de una causa no funciona como sanción procesal, y que sólo resulta aplicable ante la imposibilidad de proceder o cuando el hecho imputado no constituye delito (artículo 195 del C.P.P.N.)”.
“La instrucción (de la causa) debe entonces ser encauzada, y para hacerlo basta con tomar al pie de la letra su sentido como proceso de conocimiento y de reconstrucción de hechos hipotéticamente delictivos”, dijeron los camaristas.
Brusa Dovat pidió archivar la denuncia abierta con sus primeras declaraciones afirmando que había sido “guionado” por D'Alessio y que éste resultó procesado por supuestamente coercionarlo, junto con el periodista Daniel Santoro quien dos veces le pidió su consentimiento para ser entrevistado. Luego de la entrevista con Clarín, Brusa Dovat repitió su misma denuncia ante los periodistas Rolando Graña, Eduardo Feinmann y Rodrigo Alegre y luego declaró ante el propio Stornelli.
“En cualquier caso, las versiones oscilantes que describimos dejan abiertas líneas investigativas que no pueden dejar de ser exploradas”, señalaron los camaristas.
La cámara ordenó a Canicoba Corral que, por ejemplo, pida a la justicia laboral la causa de la que habló Brusa Dovat por el despido arbitrario de PDVSA de él y varios de sus compañeros. También dispuso que llame a declarar como testigo al periodista Rolando Graña quien, antes de la entrevista con Santoro a principios de enero de este año, se había reunido dos veces con Brusa Dovat y fue el mismo ex directivo quien pidió contactarse con periodistas para denunciar su situación laboral y de “persecución” por parte de agentes del SEBIN.
“Creemos que esta serie de medidas servirá para orientar una investigación que hasta el momento se hallaba en ciernes y que estaba condicionada por elementos que, como se vio, aún no suponen razón suficiente para tomar ni descartar la denuncia en su totalidad”, finalizó la Cámara Federal.
Más allá de la resolución de ese tribunal, Brusa Dovat incurrió en varias contradicciones en sus distintos testimonios. El periodista Rolando Graña dijo en su testimonial ante que ante las amenazas del Servicio Bolivariano de Informaciones (SEBIN) le recomendó, a principios de enero de este año, a Brusa Dovat que haga “la denuncia (en los medios) para exponerse públicamente” y conseguir seguridad. En esa reunión, Brusa Dovat habló con D’Alessio, en el bar Fresh Market de Puerto Madero, de ex gerentes de PDVSA.
El juez Ramos Padilla dijo que D’Alessio “tenía información privada de Brusa” y que la escribió en su cuaderno. Y el mismo Brusa se alarma en su testimonial en Dolores porque D’Alessio tenía datos privados suyos.
Sin embargo, el intercambio de chats entre Gonzalo Brusa Dovat y Marcelo D'Alessio que está en la causa demuestra que el primero le mandó todos sus datos personales y de su familia, información sobre PDVSA y sus jefes antes de la entrevista con el periodista Santoro del 30 de enero del 2019.
En la causa de Dolores aparece el 22 de febrero, un amigo de Brusa Dovat declarando como testigo de identidad reservada quien entregó al juez una nueva entrevista del ex directivo de PDVSA pero esta vez a un blog K. El testigo dice que le dio “una entrevista a Santoro” y que su amigo se reunió con el abogado “Bobaton” que sería un letrado kirchnerista para ir a denunciar una supuesta coerción a Dolores, entre otras contradicciones.
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